NUEVA YORK. AP Menos de 12 horas después de ganar el Super Bowl, el técnico de los Seahawks de Seattle, Pete Carroll, ya estaba pensando en la próxima temporada.
“La primera charla la haremos mañana... Los muchachos se extrañarían si no lo hacemos”, expresó Carroll ayer por la mañana.
“Ya estamos pensando en lo que se viene y no en lo que pasó. Hay que tomarse todo con calma”, agregó el entrenador en jefe.
Carroll ofreció una conferencia de prensa en un hotel de Manhattan junto con Malcolm Smith, el jugador más valioso del partido que Seattle ganó 43-8 a Peyton Manning y sus Broncos de Denver.
Seattle tiene uno de los planteles más jóvenes de la NFL, con un promedio de edad de 26,5 años. Su quarterback Russell Wilson lleva apenas dos años en la liga, lo mismo que Jermaine Kearse, quien recibió uno de los dos pases de touchdown que hizo el mariscal. El otro lo atrapó Doug Baldwin, quien tiene tres años en la liga. El mismo tiempo llevan Richard Sherman y Smith, quien con sus 24 años es el cuarto jugador más joven elegido el más valioso del Super Bowl.
“Ya sabemos lo que cuesta llegar aquí. Y ahora vamos a estar en la mira de todos”, expresó Smith.
Smith es apenas el tercer linebacker elegido como más valioso, premio que se llevó gracias al touchdown que anotó tras una galopada de 69 yardas luego de interceptar un pase de Manning en la primera mitad y a la recuperación de un balón suelto en la segunda parte.
Relató que durante el partido algunos compañeros le dijeron que podía ser el más valioso. Él dice que les respondía: “No, que va, eso no me lo dan a mí”.
Carroll dijo que el gerente general John Schneider se ha manejado de modo tal que los Seahawks no tendrán los problemas que han tenido otros equipos que son desmantelados luego de ganar el Super Bowl. Los Patriots de Nueva Inglaterra (2004-2005) son los únicos que han salido campeones dos años seguidos en los últimos 25 años.
Generalmente, cuando un equipo sale campeón muchos jugadores se van tentados por mejores contratos y otros exigen aumentos.
“John Schneider hizo un trabajo extraordinario, que evitará que el equipo se desarme”, dijo Carroll.
Al coach se le mencionó que el resultado final fue digno de un partido muy disparejo de fútbol americano universitario.
“Se sintió como si fuera uno. Y el resultado lo fue”, respondió.
En el partido nunca apareció la nieve que tanto se temía. La nevada esperó hasta una horas después, algo que agradeció Carroll.