Óscar Sánchez culminó con éxito la barrida colombiana del GW-Shimano, por mucho el mejor equipo de la edición 48 de la Vuelta a Costa Rica .
El Cerro de la Muerte no cambió en nada la suerte de un giro que perdió sorpresa desde muy temprano, cuando el intocable Sánchez asumió el liderato desde la cronoescalada en Poás.
Desde esa sétima etapa el nuevo campeón del giro tico le puso llave a la camiseta dorada, y en las restantes cinco hizo gala de una defensa sin puntos débiles.
La esperanza de Costa Rica por defender el cetro que hace un año conquistó José Adrián Bonilla se desvaneció en la impotencia de Román Villalobos, el gran jefe de filas del JPS-Giant, que aun con su nivel no encontró ningún hueco por dónde golpear al nuevo campeón.
Villalobos tuvo que luchar en solitario contra un Sánchez arropado por cuatro de sus gregarios, una ecuación que dejaba en lógica desventaja al tico.
Aún así, al chancero se le vio luchando en el ascenso y el descenso, pero nunca estuvo cerca de preocupar al capo del bicampeón de la Vuelta a Colombia.
De principio a fin. El cetro que Óscar Sánchez selló ayer vino a acompañar a los títulos de montaña y regularidad que ya había amarrado por adelantado, y a reafirmar por qué el GW-Shimano fue el mejor equipo de los diez en carretera.
La hegemonía colombiana estuvo reforzada por cifras que no dejan margen para el error: se dejaron cuatro de cinco títulos en disputa, lideraron la clasificación desde la etapa tres y ganaron cuatro de las 12 fracciones que tenía el giro .
Además, se metieron en ocho ocasiones en el podio de los tres primeros lugares del día.
En los nueve días que defendió el liderato solo una vez el líder quedó desprotegido y fue en la llegada a Pérez Zeledón, cuando la Junta fulminó a los gregarios de Sánchez, pero ahí el líder demostró que también sabe luchar en solitario.
Ayer el frío Cerro de la Muerte tampoco pudo mermar la tarea de los escarabajos cafeteros, que esta vez siempre estuvieron para arropar a su mejor hombre.
Así llegaron a la meta en un cierre que se dejó Steven Villalobos (Coronado-Hotel Los Lagos), y que también tuvo su cuota de angustia con la caída del líder en los metros finales, que le costó al líder la fractura de su clavícula izquierda.
Pero el incidente no iba a aguar la fiesta cafetera, y Sánchez ingresó a la línea de meta impulsado por sus escuderos.
El telón de la Vuelta cayó y con él volvió el aroma a café, el cetro de la edición 48 descansará ahora bajo el arrullo colombiano.