Los Dodgers siguen imparables, acumulan elogios y consolidan su posición en el liderato de la División Oeste de la Nacional.
El pasado martes dejaron tendidos a los Yanquis de Nueva York, en un partido que recordó los grandes duelos de Serie Mundial entre estos dos históricos conjuntos.
Mark Ellis conectó un sencillo remolcador para el triunfo definitivo, por 3-2, en la novena entrada.
El triunfo aumentó la foja de los Dodgers a 27 victorias y seis derrotas desde el 22 de junio. Es la mejor marca del club desde que armaron una racha de 29-5 en 34 juegos, durante la campaña de 1953.
En aquel entonces aún jugaban en Brooklyn y consiguieron el título de la Liga Nacional, pero perdieron (por 2-4) en la Serie Mundial, contra los Yanquis.
Asimismo, son el equipo más caliente en la segunda mitad de la temporada en las Mayores, con 10 victorias por solo una derrota.
Los Dodgers, que anoche recibían nuevamente a los neoyorquinos en su casa, mantuvieron en dos juegos y medio la ventaja ante los Diamondbacks de Arizona, en la apasionante lucha por llevarse el banderín de la División Oeste del Viejo Circuito de las Mayores.
Resurgir. La historia de los Dodgers esta campaña ha sido digna de cuento de hadas. El cuadro de Los Ángeles inició entre los grandes favoritos, gracias a la inversión millonaria que hicieron en el 2012 para convertirse en el roster más caro de Grandes Ligas (MLB).
Sin embargo, el equipo no caminó y se fue hundiendo en la división debido a las cuantiosas lesiones y la incapacidad de las estrellas para tomar su mejor ritmo.
Eso cambió en junio, cuando subieron a un desconocido cubano de las ligas menores y el novato resultó ser la chispa que devolvió la vida al Dodger Stadium.
El jardinero Yasiel Puig, cuyó primer juego del año fue el 3 de junio, ha sido el gran catalizador en esta campaña. En apenas 49 partidos ha pegado 10 jonrones e impulsado 23 carreras.
Su aparición fue acompañada por la recuperación de otros grandes jugadores: Hanley Ramírez regresó el 4 de junio y A.J. Ellis, Mark Ellis y Matt Kemp superaron sus lesiones durante el mismo mes.
Es decir, la alineación de bateo se puso a punto justo antes del Juego de Estrellas, que enmarca la mitad de temporada.
Ellos acompañaron a Adrián González, líder del equipo en todos los departamentos con el madero, al acumular 15 jonrones, 65 impulsadas y .299 de promedio de bateo.
Así fortalecen lo hecho por una poderosa rotación de pitcheo, lidereada por Clayton Kershaw, quien posee la mejor efectividad de todas las Mayores (1.96).
Lo complementan brazos seguros como los de Zack Greinke, ocho victorias, y el coreano Hyun-Jin Ryu, con nueve triunfos.