Barra da Tijuca, Brasil.
Apenas ingresó a la Villa Olímpica, en Barra da Tijuca, la nutricionista del Comité Olímpico Nacional (CON), Catalina Fernández se fue a conocer el comedor donde se alimentan más de 10.500 atletas que le dan vida a la cita deportiva más importante del mundo que se inaugura este viernes.
Ella acompañó a Nery Brenes, a quien se encontró listo para desayunar antes de irse a su práctica matutina.
"Siento que todavía tienen que acomodar el comedor un poco más, no está en su totalidad de funcionamiento y les falta la rotulación de las comidas", afirmó la nutricionista tica.
Detalló que lo indicado es que los diferentes platillos tengan su descripción.
"Siempre tiene que decir qué es y qué ingredientes trae y eso espero que se corrija en estos días. Falta rotulación en general, separan las comidas como por continentes y siento que eso hace falta", dijo Fernández.
Y agregó: "Lo que tiene es un dibujito del mapa y hay que estarle poniendo atención, pero yo espero que sea por estos días. En la mañana hubo de todo en cuanto a alimentos".
Ella supervisa la dieta de cada uno de los ticos que representará al país en Río 2016.
"Uno trata de que estén comiendo cada tres horas, depende de los entrenamientos, puede ser que desayunen, vayan a entrenar y empiecen la recuperación de inmediato, ya que regresan a almorzar, otra merienda en la media tarde, cenan, después otra merienda, el comedor está abierto las 24 horas", contó la experta.
Una curiosidad es que en el sector internacional de la Villa, donde está la zona mixta para entrevistas con la prensa, se encuentra un restaurante de comidas rápidas y la fila de atletas de todos los países no cesa.
"Esta vez por lo menos en comparación a lo que fue Londres, lo que era este restaurante estaba dentro del comedor, ahora está más alejado, tienen que caminar y ahora no es 100% gratis a como lo fue la vez pasada y está bien para que los atletas se descarrilen", subrayó la nutricionista.
Para ella, este evento es especial; porque la hace recordar su historial como jugadora de voleibol.
"Es todo un orgullo, a lo más alto que llegué en ciclo olímpico como atleta fue a los Juegos Panamericanos acá en Río, en 2007 y para mí esos fueron mis Olímpicos, a nivel de atleta siempre es un sueño cumplir todo el ciclo, pero en deportes colectivos es más difícil", recordó la exmundialista.
"En mi carrera fue una meta y para mí vale igual, mi corazón está partido. Es un desborde de emociones", confesó.
Pero ahora, como integrante del equipo multidisciplinario del CON, ella es muy estricta.
"Hay unos atletas con los que no trabajo tanto; Andrey Amador por su equipo tiene un manejo nutricional diferente, pero estuve en comunicación con él para ver si podía ayudarle, pero me dijo que todo lo tenía cubierto", apuntó.
Reveló que Sharolyn Scott a veces es más resistente a esta parte de la alimentación sana, "pero sí hemos logrado trabajar bien".
Supervisándolos, pero con una gran sonrisa, Catalina asegura: "Siento que son niños bien portados".