El sábado pasado, la nadadora brumosa Marie Laura Meza tiró abajo un récord nacional que tenía casi 34 años de vigencia.
La marca de los 100 metros mariposa que María del Milagro París impuso en los Juegos Olímpicos Moscú 80 (1:02:80) cayó más de tres décadas después, en el Grand Prix de Eslovaquia.
Sin embargo, el récord de 1:02:69 que ahora ostenta Marie Laura (el cuarto en su poder) es uno de los pocos en la rama femenina que fueron logrados en el presente siglo.
Solo en la categoría mayor de las mujeres, 12 de las 18 marcas nacionales vigentes fueron rotas antes del año 2000.
Las nuevas generaciones de la natación nacional no han podido borrar del libro de récords los nombres de las hermanas Claudia y Silvia Poll, Sigrid Niehaus, Sandra Arroyo y Melissa Mata.
El nivel de las ondinas de antaño se impone aún más si se añaden los récords nacionales de las categorías menores, donde Marcela Cuesta y Elizabeth González, son nombres recurrentes.
En Infantil A (9-10 años), las seis marcas vigentes en los estilos libre, dorso, pecho, mariposa y combinado individual, fueron establecidas en los años 80 del siglo XX.
En Infantil B (11-12 años), ocho de los 14 récords son también de la década del cubo Rubik, y en Juvenil A (13-14 años) y Juvenil B (15-17 años), solo cuatro de las 17 marcas son del siglo XXI.
De hecho, la misma María del Milagro París ostenta uno de las marcas más antiguas de la natación costarricense: el de los 100 metros mariposa de Juvenil B (1:03:06) impuesto el 1.° de agosto de 1979.
“Me siento feliz de que Marie Laura haya roto un récord de hace 30 años con la edad que tiene, porque en la natación venimos hacia atrás, no hay apoyo real ni del Gobierno a las nadadoras que podrían llegar a sobresalir”, afirmó el entrenador Pedro Rojas.
Para Pablo Camacho Quesada, entrenador jefe de la Asociación Belemita de Natación, es claro que en nuestro país este deporte atraviesa por un bache de resultados.
“Es difícil encontrar una razón, cada uno tiene su óptica, son épocas muy diferentes para comparar; sí tengo claro que vienen para arriba buenos prospectos en diferentes equipos, pero sí nos falta en diferentes puntos”, afirmó el timonel.
Tanto Rojas como Camacho coinciden en que la natación de finales de siglo pasado se cimentó en una generación excepcional, genética y logísticamente.
“Va a ser muy difícil, no se vislumbra a una chica que pueda llegar a ese nivel de natación. Récords como los de Claudia Poll podrían estar vigentes mucho más de 30 años” , vaticinó Rojas.