Leo Chacón, el reconocido triatlonista costarricense, se convirtió en guarda de seguridad por una noche, para alegrarle la Navidad al encargado de la vigilancia del Hotel Grandpas, en Cot de Cartago.
Carlos Montoya, acumulaba ya ocho años lejos de su familia en vísperas de Navidad, y este 24 no iba a ser la excepción para este guarda oriundo de Cartago centro y padre de tres hijos.
Sin embargo, Leo Chacón tenía otros planes.
El deportista habló con Gustavo Fernández, dueño del hotel, para negociar que don Carlos Montoya tuviera libre el 24 de diciembre y, a cambio, Leo realizaría el turno de noche, que iba desde las 6 p. m. de este 24 diciembre y hasta las 5 de la mañana del día siguiente.
"Me conmovió mucho la idea de que don Carlos no pudiera pasar la Navidad con su familia y entonces hablé con Gustavo. Me traje a mi familia para el hotel para estar con ellos un rato y después me fui a dar vueltas por el hotel para ver que todo estuviera bien", confesó Chacón.
El propietario del alojamiento contó que Leonardo se llevó un susto en su aventura como guardia, pues en una de sus rondas vio un pedazo de tela en el suelo que se movía. Armado de valor, luego verificó que se trataba de un paño que el viento estaba arrastrando. Después de eso, la madrugada transcurrió en calma.Montoya relata que en varias oportunidades ha conversado con Leonardo Chacón, pues los campamentos de altura -de preparación de sus competencias- los realiza en este hotel, y en una de esas pláticas se coló el tema de la Navidad. Fue ahí cuando el triatlonista empezó a moldear su idea de sustituir al guarda en Nochebuena.
"Fue un gesto muy bueno de parte de Leo. Yo hablaba con él de que tenía varias Navidades de no estar con mi familia. Mi jefe me dijo que alguien quería hablar conmigo y Leo me dijo que él se iba a quedar en mi lugar. Nunca me esperé que sucediera eso, la verdad disfrute mucho con mi familia esta Navidad. Como persona Leo es muy humilde y muy buena gente conmigo", declaró Carlos Montoya a La Nación.
Para completar su plan, Leonardo se trajo a su familia de Liberia y la hospedó en el hotel, para compartir la tradicional cena navideña. Posteriormente se fue a cumplir con su responsabilidad de un día, mientras don Carlos cenaba en casa.