Estados Unidos
El jugador del Heat de Miami LeBron James, al parecer recuperado de los calambres que sufrió en el primer partido de la final de la NBA ante los Spurs, quiere enviar este domingo un fuerte mensaje a sus rivales en el segundo encuentro de la serie.
James, quien fue el más valioso de las últimas dos finales de la NBA ganadas por el Heat, tuvo que abandonar el primer encuentro de esta serie al mejor de siete, la noche del jueves, tras sufrir calambres en su pierna derecha producto del agotamiento y la deshidratación.
Antes de ese partido, James le había dicho a la prensa que el Heat saldría a buscar la primera victoria para enviar un fuerte mensaje, pero su salida al final del último cuarto frustró ese propósito.
Cuando LeBron se tuvo que ir a los vestidores, cojeando visiblemente, se acabó el partido para Miami. Unas 48 horas después, el astro del Heat dice estar recuperado para retomar su papel de líder.
"Ahora sólo tengo que decirle a ustedes, chicos de la prensa, que no se preocupen, estaré ahí el domingo. No me esconderé", declaró James este sábado, al terminar la jornada de entrenamiento del Heat en San Antonio.
James atribuyó los calambres al excesivo calor en la arena ATT Center de San Antonio, luego de que un fallo en el sistema de aire acondicionado convirtiera a la instalación en una verdadera 'Caldera del Infierno'.
"Me han puesto casi tres bolsas de fluidos intravenosos, y estaré listo para el domingo. No hay dudas", subrayó James.
De todas formas, LeBron y compañía buscan consuelo en una estadística curiosa aportada por la NBA: Miami ha ganado sus tres coronas (2006, 2012 y 2013) luego de iniciar la serie final con una derrota.