Los Ángeles
El exciclista Lance Armstrong encabezó en 2013 la lista negra de atletas estadounidenses que fueron controlados positivos o se vieron envueltos en sospechas de uso de sustancias prohibidas, como el pelotero Alex Rodríguez y los velocistas Tyson Gay y Asafa Powell.
De ícono mundial y héroe de la lucha contra el cáncer, Armstrong pasó a ser el enemigo público número uno luego de que a principios de año admitiera haber tomado varias sustancias para mejorar su rendimiento y ganar los siete títulos del Tour de Francia.
Las revelaciones de Armstrong, durante una entrevista de televisión con Oprah Winfrey en Estados Unidos, le dieron la vuelta al mundo y sacaron a la luz pública las trapisondas dentro del mundo del ciclismo.
"Tomé mis decisiones. Son mis errores. Y estoy sentado aquí hoy para reconocerlo y decir que lo lamento. Ciertamente, soy un personaje defectuoso", dijo Armstrong, quien fue venerado como un sobreviviente de cáncer y utilizó su fama para ayudar a otros a luchar contra la enfermedad.
Junto a A-Rod, una docena de jugadores aceptaron penas de 50 partidos de suspensión por este caso, entre los que figuran el jonronero de Milwaukee Ryan Braun, y los dominicanos Bartolo Colón, lanzador de Atléticos de Oakland, y Melky Cabrera, jardinero de los Azulejos de Toronto.