La bielorrusa Alena Anialiusik del italiano Astana-Bepink se dejó la etapa reina de la Vuelta Femenina a Costa Rica y finalmente dinamitó la clasificación de montaña.
Anialiusik se convirtió en la primera campeona de esta edición luego de dejarse ayer dos puertos puntuables y quedar de segunda en otro, un botín más que suficiente para aferrarse a la camiseta verde.
La cuarta fracción, que partió de Heredia hacia San Ramón y acabó en Grecia, finalmente no trajo mayores cambios en una clasificación general que continúa comandada por la rusa Olga Zabelinskaya, virtual monarca de esta edición a falta de la despedida en Pavas.
La jefa del sólido Rusvelo fue tercera del día y con eso se aseguró un colchón de minuto y medio en la general, una ventaja más que suficiente si se toma en cuenta que el circuito de hoy no debería suponerle mayores retos a la caravana.
Tranquilo. La dureza de la etapa clave de esta edición 14 finalmente tampoco se tradujo en mayores emociones en carretera.
Desde los primeros ascensos en el camino hacia Naranjo el nivel de la favoritas desgranó el pelotón y dejó un lote de unas 17 corredoras que prácticamente llegaron en bloque a la línea de meta.
La ambición de Anialiusik en los puertos de montaña animó la carrera hasta el final, aunque también lo hizo la italiana Tatiana Guderzo (Alé Cipollini) con un par de amagos de fuga que finalmente fueron neutralizados por Rusvelo y las demás punteras.
Ahí también iba Edith Guillén (Pedalea con nosotros-Colombia), la mejor representante de Costa Rica en el giro y quien logró escalar hasta la sexta posición de la general, aun sin lograr las mejores sensaciones sobre el caliente asfalto.
En eso también ayudó el descalabro de la estadounidense Shelley Olds (Alé Cipollini), demasiado golpeada por la dura topografía de la etapa y muy concentrada en ahorrar fuerzas para hoy, donde la esperan tres metas volantes en esa cruzada por la camiseta roja.
Con ese aire de sentencia en todos los flancos en es que hoy caerá el telón de una Vuelta Femenina que derrochó nivel pero le faltó emoción, tanto dentro de la caravana como fuera de ella, pues ni el brillante cartel de sus participantes logró atraer a la afición nacional.
El circuito en Pavas, con sus tres metas volantes y 73,6 km de recorrido, despedirá a partir de las 8 a. m. a la caravana más profesional que una Vuelta a Costa Rica haya traído al país en su historia, un nivel que se espera regrese el otro año.