Veracruz. Felipe Camacho no sabía qué pensar ayer.
Estaba convencido de que el bronce que ya tenía en su poder lo podía cambiar por otro metal, pero en semifinales se topó al mexicano Álvaro Beltrán, quien es tercero en el Tour Mundial, y el costarricense perdió en dos sets por 15 a 2 y 15-8.
Con eso, Camacho no dio el paso para jugar la final.
“Lo di todo, la verdad no encontré por dónde entrarle. A él le estaban saliendo las cosas muy bien y ni modo, lo di todo y no pude, no encontré por dónde hacerle daño y él sacó provecho, a él le estaban saliendo las cosas bien y no sé”, manifestó Felipe Camacho minutos después de que terminó el partido en el Centro de Raqueta del Complejo Arena Veracruz.
El nacional se encontraba muy aturdido. Al cierre del primer set se desquitó su rabia deportiva con su raqueta. Y al término del cotejo sucedió igual.
Camacho estaba muy enojado con él mismo. Sentía que era una oportunidad de lujo para demostrar su crecimiento en esta disciplina, pero simplemente no contó con la suerte que jugó a favor del rival, Álvaro Beltrán.
“Es muy efectivo, las cosas le estaban saliendo muy bien, todos los tiros le entraban como uno quiere que le entren y a mí no me quedaba más que defender casi”, relató el jugador costarricense.
“Y en un momento dije, aquí me toca darlo todo defendiendo aunque sea y ni siquiera a la defensa podía llegar a veces. Estaba haciendo los tiros casi perfectos y lo intenté, pero no se pudo”.
Por una parte sentía que había cumplido porque aportaba un bronce a la cosecha de medallas de Costa Rica en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, pero él quería más.
Sin embargo, aún tiene posibilidades de quitarse el sentimiento de insatisfacción que lo agobia desde que perdió con Beltrán.
“Viene el Torneo de Naciones y ojalá me lo vuelva a encontrar ahí”, exteriorizó Camacho.