Por José Antonio Pastor P.
n Pese a la expectación generada por la disputa de la primera Copa del Café, el público no asistió como se esperaba al Costa Rica Country Club, del 25 al 31 de enero de 1965.
El apoyo de la empresa privada resultó esencial para los organizadores, que demostraron estar para grandes proyectos al lograr la participación de varios de los mejores jugadores juveniles de la época.
Ellos fueron los australianos Ray Ruffels y John Cooper, campeones de la última edición de la Sunshine Cup, en Miami; el mexicano Marcelo Lara y el estadounidense Bill Harris, campeón y subcampeón, respectivamente, del Orange Bowl, también de Miami; el ecuatoriano Francisco Pancho Guzmán, bicampeón suramericano en singles (sencillos) y dobles; y el chileno Jaime Fillol, el segundo mejor tenista del Cono Sur.
Nadie quería perder la oportunidad de ver en acción a estas jóvenes promesas que pronto –así como lo vaticinaron los expertos– estarían en el circuito profesional.
Sin embargo, el país tenía poca afición por el tenis. “Únicamente habían seis canchas en el Country Club y cinco en el Tennis Club”, manifestó a la revista Triunfo Álvaro Umaña, quien esa vez, en 1985, presidía el Comité Organizador.
Como detalle especial, es oportuno citar que el primer partido en la historia de la Copa del Café fue protagonizado por el estadounidense James Pressly y el alemán occidental Waldemar Timms.
Ganó sorpresivamente el norteamericano, luego de un entretenido encuentro, cuyo marcador final fue de 6-3, 5-7 y 7-5. Timms era el subcampeón de su país y firme aspirante a llegar hasta las últimas instancias de la llave de singles .
El naciente torneo tuvo la divulgación, únicamente, de la prensa escrita y radiofónica, por medio de los locutores Jorge Pastor Durán, en Radio Reloj , y Ángel Sánchez Torres, el conocido Santor, en Radio Capital . Al respecto, Umaña recordó que al inicio “hubo curiosidad y sorpresa de los periodistas”.
El cierre. La afluencia diaria de público osciló entre 100 y 200 personas, pero en la final apenas hubo 40 personas en las graderías. La protagonizaron el ecuatoriano Guzmán y el sudafricano Patrick Kramer, quien a la postre saldría victorioso en uno de los duelos más largos en la trayectoria de la Copa.
El primer set fue para Kramer por 6-2. Guzmán respondió ganando el segundo con un agobiante 11-9 y, ya en el tercero, todo el drama y la angustia estuvieron a la orden del día: el ecuatoriano tuvo tres match points (puntos para juego), pero no pudo rematar la contienda.
Kramer no se desesperó y, con un preciso juego en la net , supo ganar la partida por 9-7 y así conquistar el primer título de la Copa.
“Fue un juego emocionantísimo, pero para nosotros, los organizadores, fue algo frustrante la asistencia de público”, comentaría Álvaro Umaña. “La situación nos preocupó, pero no echamos atrás”.
Ya habría tiempo para que el aficionado se volcara a presenciar los encuentros de la Copa del Café.