Managua, Nicaragua. María José Vargas no quería defraudar a su compañera Milagro Mena, quien a pesar de sufrir serios problemas estomacales, decidió tomar la partida en la ruta femenina de los Juegos Centroamericanos de Managua 2017, este viernes.
Aunque en un principio la estrategia no le funcionó a las ticas, a falta de tres vueltas de las nueve en disputa, Milagro salió en fuga y a su rueda le siguió la guatemalteca Jazmín Soto y la tica Vargas.
Entre el lunes y el martes, Mena tuvo diarrea y vómitos e incluso fue internada en el hospital, tras estar expuesta al agua contaminada durante la prueba de mountain bike.
Pese a ello, Milagro hizo el desgaste y a pesar de estar casi sin fuerzas, atacó en el último giro para situar en la mejor posición a Vargas, quien embaló para ganarle sobre la raya el primer lugar a la chapina Soto, tras un recorrido de 72 km entre la avenida de Bolívar a Chávez y el Malecón de Xolotlán.
María José ganó la presea de oro con un crono de 2:04:10, seguida por Soto con el mismo tiempo y Mena, a dos segundos de la vencedora, se quedó en el bronce.
La corredora oriunda de Miramar de Puntarenas se mostró orgullosa por su presea dorada y además ganó el bronce en la contrarreloj.
“La estrategia era montar una fuga junto a mi compañera Marcela Rubiano para aislar a las guatemaltecas más fuertes, Paola Guillén y Jazmín Soto, pero todas las guatemaltecas nos respondieron, por lo que tuvimos que cambiar la estrategia, la cual nos salió al final”, comentó Vargas.
María José indicó que tanto ella como Milagro son corredoras muy fuertes, por lo que tuvieron el control de la fuga de la carrera.
“Esto (la medalla) es gracias a un trabajo muy bueno que venimos realizando con mi entrenador Yurandir Leandro y Edith Guillén, quienes se han convertido en mi familia”, agregó Vargas.
Por su parte, Mena aseguró que no sabe cómo concluyó la carrera, pues los últimos días pasó momentos muy difíciles por su problema estomacal.
“Cuando llevábamos cuatro vueltas al circuito pensé que no iba a terminar, me sentía muy mal, pero en la carrera me fui tranquilizando y faltando tres vueltas decidí atacar. Como no estaba al 100%, sabía que debía hacerle el trabajo a mi compañera y aunque en los últimos metros ya no pude más, lo importante era la medalla para Costa Rica”, indicó Mena, quien había ganado la medalla de oro en el ciclismo de montaña.
Apellido Brenes sigue dando frutos. Por su parte, en la rama masculina Carlos Andrés Brenes se dejó la presea de oro al imponerse en un emocionante sprint al guatemalteco Dorian Monterroso y al panameño Franklin Archibold.
Tanto Brenes, como Monterroso, Archibold, el nicaragüense Argenis Venegas, el chapín Alfredo Ajpacajá y el nacional José Vega transitaron en una larga fuga desde la primera vuelta, de las 17 programadas al circuito de ocho kilómetros entre la avenida de Bolívar a Chavéz y el malecón del Paseo del Xolotán hasta completar los 136 kilómetros.
En un cierre de infarto en el que Brenes aprovechó su punta de velocidad logró imponerse con un crono de 3:21:32, el mismo tiempo con que llegaron a la meta Monterroso y Archibold, mientras Vega fue sexto a 21 segundos después de un gran trabajo.
Carlos Andrés se une a su padre Andrés Brenes como medallistas en los eventos del ciclo olímpico, pues su progenitor fue medalla de plata, pero en la disciplina del ciclismo de montaña en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata 1995. Mientras su tío Albin Brenes fue el entrenador de su papá.
"Sabíamos que venía un guatemalteco superrápido como es Monterroso, al cual hay que tenerle respeto. Sin embargo, en el embalaje no tenía que importar quién más venía a la rueda mía, porque el objetivo era pasar la meta de primero y ganar la medalla de oro", aseguró Brenes.
Carlos Andrés también se mostró orgulloso de su apellido y tiene claro que su familia le ha dado mucho al deporte de los pedales.
"Esta medalla de oro es mi principal victoria. Tengo rato tratando de mejorar y la verdad también debo agregar al equipos Nestlé Giant y la Comité Olímpico que me abrieron las puertas, pues sin ellos no hubiese podido llegar. La familia Brenes siempre ha sido una familia de ciclismo, mi padre, mi tío, mi hermano y yo no dejamos que se olvide el Brenes", dijo Carlos Andrés.