Cuban champion Teofilo Stevenson (C-gold medal) Soviet Pyotr Zaev (L-silver medal) and German Republic Democratic Jurgen Fanghanel (R- bronze medal) wawe on the podium of the Olympic heavyweight 81+ boxing event that won Teofilo Stevenson. Stevenson --who won 301 of the 321 fights he took part-- died of a heart attack at the age of 60 in Havana on June 11, 2012. AFP PHOTO (STAFF)
En aquellos años de la Guerra Fría, cualquier escenario era bueno para el enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética (hoy desaparecida)... Un ring de boxeo no fue la excepción.
A Teófilo Stevenson las tentaciones (léase millones de dólares) nunca le faltaron para convertirse en profesional; siempre dijo no .
Considerado el boxeador aficionado más grande de la historia, el peso completo cubano alegó que prefería el cariño de su pueblo a los ganancias del profesionalismo.
Esa gente despidió ayer a Pirolo –con auténticas muestras de dolor–, quien murió el lunes pasado, víctima de un infarto.
Stevenson falleció a los 60 años de edad, cinco meses después de haber sido internado a causa de una dolencia vascular.
Tres veces monarca olímpico y otras tantas campeón mundial aficionado, el peso completo reinó en con mano de hierro (la derecha para ser exactos) y durante su era las comparaciones con Muhammad Alí y os esfuerzos para medirlo con el Bocazas fueron constantes, pero la pelea nunca se efectuó.
El advenimiento de la Revolución Cubana clausuró el profesionalismo, pero no la calidad de los boxeadores de la isla. Teófilo Stevenson siguió esa herencia.
Nacido el 29 de marzo de 1952 en Puerto Padre, provincia de Las Tunas, 650 kilómetros al este de La Habana, forjó una carrera para el asombro: 301 victorias en 321 peleas en 20 años, con solo 20 caídas, dos ante Igor Visotski, de la desaparecida Unión Soviética.
Visotski fue el único pugilista al que
No fue el caso con Duane Bobick: la enésima “esperanza blanca” del box de Estados Unidos lo venció en los Juegos Panamericanos de Cali 1971.
Un año más tarde, Stevenson ajustó cuentas en la Olimpiada de Múnich 1972, con un nocaut en el tercer asalto.
Fue así como logró su primera medalla de oro (ganó dos más, en 1976 y 1980) y obtuvo su primer ofrecimiento para convertirse en profesional: un millón de dólares.
“La recibí y no estoy arrepentido. No abandoné a 11 millones de habitantes por un millón de dólares”, recordaría Stevenson en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El capitalismo nunca pudo tener al que habría sido el desertor más famoso del comunismo.
Su postura se hizo para siempre y su nombre se asoció con la fidelidad a su pueblo y país.
Así, en 1974 Sports Illustrated le dedicó una portada con el título “Primero rojo que rico”.
La muerte lo sorprendió este lunes, apenas dos días después de que rindiera un homenaje a los atletas cubanos que participarán en los Juegos de Londres 2012.
Ayer lo despidió el pueblo al que juró nunca abandonar. Se fue al grito de “campeón, campeón”.