Hace dos años, el jugador de baloncesto David Carnegie tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: retirarse del básquet para concluir sus estudios de Medicina.
Dejó atrás el quinteto de San Ramón y se concentró en la carrera que lo apasionó desde que era muy niño.
En el 2015, Carnegie realizó el internado en su natal Limón y tras concluirlos, la espinita del baloncesto lo volvió a picar, por lo que decidió unirse a la escuadra de Brenes Barva a finales del año anterior.
Tras ganar el Torneo de Apertura, Carnegie y sus compañeros lucharán desde hoy por el Clausura, cuando se midan de nuevo con Coopenae San Ramón a las 8 p. m., en el Gimnasio Regional de San Joaquín de Flores, Heredia. De ganar, serán los monarcas nacionales.
Sin embargo, pese a la pasión que tiene por el deporte de los aros, David también está analizando su futuro y, dependiendo de las ofertas laborales que se presenten, puede ser que continúe con el equipo o bien decida dedicarse a la medicina.
“En este momento, tengo un conflicto de emociones, pues tengo que pensar en mi futuro como profesional, aunque también me gustaría continuar jugando, pues apenas tengo 32 años”, comentó Carnegie.
Y es que el jugador limonense de 1,92 metros mejoró sus números con respecto al Apertura y actualmente contabiliza 60 puntos en 12 juegos para un promedio de cinco unidades por duelo.
“La verdad, me siento fuerte; me propuse mejorar día a día y siento que estoy haciendo bien las cosas en la cancha, pero también deseo terminar mi tesis y tengo posibilidades de volver a Limón, al Hospital Tony Facio, a ejercer mi profesión, lo cual es muy grato para mí”.
Por ahora, Carnegie solo piensa en la final: “Será muy complicada. San Ramón tiene buen equipo, pero me gustaría ser campeón en mi regreso al básquet”.