El baloncesto vive el final de una dinastía

Seis títulos en fila no se ganan fácilmente. Menos en el caso de Ferretería Brenes Barva , que jugó 24 finales en el baloncesto superior masculino, entre la liga y Torneos de Copa, camino a su récord de más campeonatos seguidos.

Sin embargo, la dinastía ya se acabó. Hoy a los monarcas les toca ver desde casa como otros se disputan su corona.

Lejos de dar por finalizada una era de triunfos, los heredianos ahora se plantean el retorno a la gloria, basados en el orden administrativo y el largo proceso deportivo que los mantuvo durante nueve años peleando el cetro. Casi una década completa en que Barva no fue menos que subcampeón.

El hecho es que solo 24 segundos separaron a Barva de la gran final del campeonato; esos 24 segundos en los que no pudo sostener una ventaja de cuatro puntos para derrotar en la final del Clausura a Coopenae USJ ARBA.

Casi lo mismo ocurrió en el Apertura: quedó a solo dos puntos de Sanatura Desamparados.

Dos guiños que le negaron el sétimo título seguido a los barveños; guiños como los que muchas veces les favorecieron en las finales que sí ganaron.

De pequeño a histórico. Nadie en el baloncesto masculino había logrado una cosecha tan larga de títulos seguidos. Lo más cercano lo hizo el Seminario de Jaime Peña, equipo que consiguió dos tetracampeonatos (entre 1975 y 1978 y 1980 y 1983).

Un gran peso en la historia para una institución que apenas inició su vida adulta este siglo.

A principios de la década de 1990, Barva tuvo su primer paso por la máxima categoría, pero deficiencias administrativas dieron al traste con el proyecto.

Fue hasta el 2003 que el equipo volvería a la división de privilegio y lo hizo con buen pie, consiguiendo un tercer lugar ese año.

Los siguientes años serían de subcampeonatos y luchas codo a codo con el Liceo de Costa Rica, tricampeón entre el 2003 y el 2005.

En el 2005 llegó Ferretería Brenes. En palabras de Guillermo Montero, presidente de Barva, la nueva alianza no solo dio patrocinio económico, sino que le ayudó en la gestión empresarial.

En el 2006 Barva ganó su primer título, el más difícil de todos, dice Jimmy García, jugador de aquel entonces y entrenador ahora.

A lo largo de seis años de reinado, Barva vio desde su trono como cambiaba el baloncesto nacional.

Liceo ya no es hoy en día el rival a vencer. Otros contendientes han pasado al olvido, como Saprissa, o han visto mermar sus fuerzas.

Sobre todos ellos, el que siempre se sostuvo fue Ferretería Brenes Barva y el constante cantar de “Sube, Barva, sube”.