En 1980, Rodrigo Zabaleta tenía 11 años de correr cuando le dio un giro auna actividad que, en ese tiempo, no tenía el auge actual.
Durante una competencia, este vecino de Tibás vio a una personadisfrazada y decidió crear su propio sello con un traje entero, mientrasque para Navidad se viste de San Nicolás.
Hoy, a sus 73 años, es uno de los personajes más conocidos en las carreras pedestres.
“Parte de la idea es hacer reír a la gente, disfrutar y hacerle ver alas personas que si yo puedo a la edad que tengo, cualquiera puede”,comenta.
Ese es su principal objetivo, porque aunque se enfunda una vestimentaque, en la buena teoría, no es para correr, se adaptó y vio que generabafelicidad entre la multitud.
“Me acostumbré en poco tiempo. Entrenaba con el traje y un buzo encima, al mediodía”, recuerda.
El calor tampoco fue motivo para renunciar a esa llamativa forma de participar en las competencias atléticas.
Antes lo hacía con más exigencia, pero poco a poco se percató que debía disfrutar y no estresarse por llegar primero o segundo.
“Se había vuelto como un estrés, ya no lo hacía por diversión, sino porsalir a matarse y esa no era la idea. Ahora paro para tomarme fotos”.
Inevitablemente sus tiempos han ido subiendo, el cronometraje que hacíaen una media maratón, en su mejor momento, pasó a ser el de una carrerade 10 kilómetros, pero tampoco le da importancia.
Zabaleta dice que a su edad no corre, lo que hace es trotar, pero prácticamente todos los días.
“Lo que tengo es disciplina, no soy bueno, nunca he ganado ni perdido,pero tengo disciplina, no tengo problema en salir con lluvia o sinlluvia”.
A veces el cansancio aparece, pero por ahora don Rodrigo se sigue viendo en su traje blanco y elegante sombrero.
“Será hasta que Dios diga, hasta que ya no pueda”.