Carrasco repitió en su tierra

San Isidro de El General. Nieves Carrasco ganó su segunda etapa en esta Vuelta a Costa Rica muy cerca de su tierra, en un inédito circuito en Osa que no tuvo ninguna repercusión en la clasificación general.

Al igual que lo había hecho en Belén dos días atrás, Carrasco (Coronado-Hotel Los Lagos) logró despegarse del pelotón y enrumbarse en solitario a la meta. Antes había participado en una longeva fuga en la aguerrida disputa por las agonizantes metas volantes.

Esa lucha fue sin duda la que movió el pelotón en un día destinado al control y el ahorro de energía, pues hoy y mañana la Vuelta se decidirá al cobijo de la montaña.

Guerra declarada. La etapa de hoy también se traerá abajo el telón de las metas volantes, un apartado en el que ya el cubano Arnold Alcolea y el chancero José Vega se declararon abiertamente la guerra.

Cachí, actual campeón defensor, logró ayer descontarle dos puntos al corredor isleño, que lidera la clasificación con 34 puntos (cuatro arriba de Vega).

Esa diferencia hace de las dos metas de hoy una tarea obligatoria para ambos, pues cualquier tropiezo podría ser suficiente para traerse abajo la cerrada lucha que marcaron desde el inicio del giro.

Aparte, los 90 kilómetros de este recorrido entre San Ramón Sur y Pejibaye contarán con un premio de montaña de cuarta categoría, el terreno apto para la cacería de segundos que necesita el JPS-Giant en su lucha por arrebatarle el liderato al colombiano Óscar Sánchez.

La Vuelta ya suena tonadas de despedida, pero con el debut del Cerro de la Muerte a la espera, la moneda sigue aún en el aire.