El ala pivote Anthony Davis se robó el show en el Juego de las Estrellas de la NBA y rompió un récord, en la victoria de la conferencia Oeste 192 por 182 ante el Este.
Davis lo había anunciado en los días previos al partido: quería ser el jugador más valioso en Nueva Orleans, casa su equipo, los Pelicans.
El joven de 23 años jugó conforme a ese objetivo y sus compañeros lo tenían claro, aunque Russell Westbrook por momentos intentó robarle el protagonismo. El basquetbolista de Oklahoma buscaba su tercer premio consecutivo al mejor, pero en esa ocasión le ganó Anthony.
Con su imponente físico de dos metros y 11 centímetros, Davis anotó 52 puntos y batió una añeja marca impuesta en 1962 por el astro Wilt Chamberlain, quien ese año concretó 48 unidades.
“Para mí fue algo de gran emoción y fue muy importante jugar con estos hombres. Cuando tenía 32 puntos le dije a mis compañeros que quería alcanzar los 50”, reconoció Davis tras recibir el trofeo.
Davis le dedicó su premio a los aficionados.
“Quería hacerlo para la ciudad de Nueva Orleans, han apoyado a mi equipo y a la NBA y quería dedicarles eso”.
El compromiso, como suele pasar, fue un espectáculo con acrobacias de todos los jugadores, incluido un hundimiento de Stephen Curry.
El morbo lo pusieron Westbrook y Kevin Durant, quienes volvieron a jugar juntos después del traspaso de Durant a los Warriors. Los pases y saludos entre ambos dejaron claro que en la cancha se siguen entendiendo.