Andrey Amador supo transmitirle calma a su equipo ayer en la sétima etapa de la Vuelta a España , una que parecía de transición, pero que resultó ser muy exigente.
En la jornada de 169 kilómetros entre Alhendín y Alcaudete, el tico y su equipo Movistar Team tuvieron que cargar con el peso de la fracción para defender el liderato general de Alejandro Valverde.
“Tuvimos que controlar muchísimo y la verdad que fue un día complicado por esa situación”, comentó el nacional Andrey Amador.
Pero el sacrificio del tico y de todos sus coequiperos en terreno ondulado se vio acompañado de la buena suerte en un día de tensión.
“Hubo muchas caídas, como la de Christopher Froome, o los tres ciclistas que abandonaron, pero el equipo está intacto”, mencionó.
La sétima válida de la Vuelta la ganó el italiano Alessandro De Marchi (Cannondale), quien fue el hombre más resistente de la fuga del día y llegó en solitario a la meta con un tiempo de 4:01:52.
Amador, quien siempre estuvo capitaneando al grupo de los favoritos, llegó a la meta de 44, a 2:20. Justo la misma diferencia que se le registró a sus compañeros Alejandro Valverde y Nairo Quintana, así como a Alberto Contador (Tinkoff Saxo), Esteban Chaves (Orica Green Edge) y Rigoberto Urán (Omega Pharma Quick Step).
“El equipo se comportó a la altura, supimos controlar y no perdimos nada de tiempo, eso es lo importante y refleja el trabajo”, valoró el cafetero Nairo Quintana.
Movistar Team domina los primeros dos cajones del podio, con un Valverde líder, escoltado por el campeón del Giro de Italia, mientras que el nacional Andrey Amador figura en el puesto 46, a 9:01.
Hoy se corre la octava etapa de l giro a suelo español. Será la cita más larga de la prueba, con 207 kilómetros entre Baeza y Albacete.