Puerto Jiménez. A 30 minutos en lancha de Golfito, en una cancha “artesanal” sin dimensiones reglamentarias, el Colegio Técnico Profesional de la localidad cosecha los mejores exponentes jóvenes del país en voleibol de playa.
Andrey Quintero y Antoni Solís, quienes competirán en Mundial Sub 21 en Chipre, y Johel Jiménez y Josafat Vargas, en el Sub 17, en México, son ejemplo de la “peculiar” situación que se vive en este centro educativo.
“Creo que es la fortaleza que tienen nuestros muchachos lo que hace que sean buenos; acá no hay condiciones en logística o infraestructura, pero eso ellos lo compensan con ganas”, dijo Mario Cambronero, del área técnica del colegio en Puerto Jiménez.
Es tan buena la “pasta” de estos jugadores, que Solís y Vargas competirán en la clasificación para el Mundial Sub 19, que también será este año, pero en Portugal.
“Ve esa pequeña cancha (señala un rectángulo de arena de mar dentro del colegio), de ahí han salido estas delegaciones, por ello es que no podemos dejar pasar la oportunidad de construir las dos canchas para Juegos Nacionales”, añadió el docente.
“Ellos se van a sentir como si estuvieran en una cancha mundialista, esto va a ser un gran aliciente para los jóvenes”, indicó.
Cambronero explicó que las dos canchas se ubicarán una a la par de la otra, lo que permitirá que se puedan transformar en un escenario de fútbol de playa.
“Se están invirtiendo entre ¢69,5 y ¢69,8 millones en esta infraestructura. Sea como sea teníamos que tener estas canchas. Estamos corriendo, pero era nuestra gran oportunidad”.
Al otro lado del mar, donde la arena es oscura y los pescadores y el calor abundan, hay un sembradío de mucho talento para el voleibol de playa. Y quiere crecer.