Con los participantes más jóvenes arrancó ayer el V Open de Taekwondo de Costa Rica.
El Gimnasio Nacional de La Sabana acogió los 220 combates que se celebraron sobre el tatami el primer día de las competencias.
El animado ambiente era el protagonista en el recinto con gente agolpada por toda la grada. En su inauguración, el torneo fue todo un éxito de asistencia, tanto de participantes como de espectadores.
Ya lo había avanzado Wilmar Alvarado, presidente de la Federación Costarricense de Taekwondo.
“En cuestión de deportistas ya superamos al torneo del año pasado, en cuestión de público esperamos superarlo también. En estructura y organización estamos muy adelante de lo que fue el pasado”, afirmó Alvarado.
“La del año pasado fue una experiencia con debilidades y hemos sacado provecho de esos errores que cometimos para mejorar este evento”, añadió.
En este primer día de combates se dieron cita las categorías menores, es decir, los deportistas que poseen cinturón blanco, amarillo, verde, azul o rojo.
En su mayoría eran niños y jóvenes aunque también había programada categoría adulta.
Los más pequeños, de tres años, gozaron de una oportunidad inmejorable para lucir sus habilidades prematuras en este deporte.
Con un gorro que les cubría toda la cabeza y un mono protector que prácticamente no les dejaba cuerpo a la vista, los primerizos en las artes marciales hicieron su debut.
Estos jóvenes deportistas sueñan con llegar a ser cinturón negro y emular a alguno de sus ídolos como los olímpicos Heiner Oviedo y Kristopher Moitland, que estarán hoy sobre el tatami.
“Pienso llegar a una Olimpiada, es mi objetivo. Me faltan cinco años seguidos como mínimo para llegar a negro”, afirmó Steven Alonso García, de 19 años.
Para otros lo más importante de practicar el arte marcial coreano es aprender a concentrarse y a tener paciencia y técnica. Muchos también apuntan la importancia de saber defenderse a uno mismo.
“Lo que más me gusta del taekwondo es el combate porque se necesita de técnicas, aprender cómo poder defendernos en una situación mala”, explicó Raimundo Cruz, nicaraguense de diez años.
Su compañero Alejandro Uriarte, de la misma edad, ofrece sus claves de esta disciplina milenaria. “Primero prepararse físicamente y luego mentalmente”.
Entre todas las ilusiones de estos jóvenes seguramente estén algunas futuras estrellas del taekwondo en sus países.