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¿Seguirá al frente del plantel sancarleño?
Mi futuro es incierto pues mi contrato termina mañana y al día de hoy no tengo una propuesta oficial del club para seguir en el banquillo. Después del juego ante Belén me iré a casa en San José.
Empero, Ronald Solís, presidente de la institución sancarleña, reiteró ayer tener interés en que usted siga
Sí, pero mientras la institución no tenga clara su situación económica no podremos sentarnos a negociar la eventual renovación de contrato. Así me lo comunicó el propio Solís.
¿Qué tanto pesó la crisis económica del equipo en la caída a la Segunda División?
Si bien no fue tan determinante sí pesó. Durante el tiempo que los dirigí, los jugadores me hablaron de sus angustias económicas por los atrasos salariales. Uno de ellos, que es casado y cuyo nombre me reservo me comentó que no podía entrenar ni jugar tranquilo sabiendo que en su casa faltaba la comida.
¿Entonces cual factor influyó más en la pérdida de la categoría?
La ineficacia ofensiva, la falta de capacidad para anotarle al rival, sobre todo en nuestro estadio, el Carlos Ugalde. Ahí empatamos seis juegos que debimos haber ganado. Tuvimos muchas opciones de gol pero las desaprovechamos, infantilmente.
¿Qué balance hace de su trabajo en San Carlos?
Cuando asumí el cargo el equipo tenía un rendimiento del 22% y al día de hoy ese rendimiento se elevó al 32%. El técnico italiano Geovanni Trappatoni decía que elevar el rendimiento en un 10% era un logro significativo; aunque en mí caso esa mejoría no alcanzó para quedarnos en la Primera.
¿Se siente conforme con esa mejora insuficiente?
Claro que no, pero también creo que no todo el trabajo fue malo, que hay cosas positivas.
¿Cómo cuales?
Le dimos espacio a la cantera y con ello se dio el relevo generacional. Independientemente de los jugadores que se marcharán, queda una base muy interesante para armar un equipo, que si lo refuerzan con cuatro jugadores, será muy competitivo para pelear por el retorno a la Primera División.
¿Qué lecciones le deja su paso por San Carlos?
Me enseñó a trabajar más intensamente con el futbolista en la parte mental para que en los momentos más difíciles no se derrumbaran anímicamente. Me hizo más sensible a las necesidades de los muchachos. Mucha gente desconoce las penurias que debe enfrentar un futbolista cuando no reciben su paga puntualmente.
