Ante la noticia de que el autódromo La Guácima estará cerrado durante 10 meses el próximo año y con ello habrá una pausa en el automovilismo, los hermanos Emilio y Roy Valverde apuntan su futuro a República Dominicana y Guatemala.
La pista no funcionará debido a que Grupo Nación adquirió el lugar donde se encuentra y le realizará cambios; entre ellos, construir un centro de convenciones, un anfiteatro y una pista de carreras nueva.
De acuerdo con Roy Valverde, expiloto y padre de Emilio y Roy, ya existen conversaciones para que se vayan a uno de estas naciones; incluso, Estados Unidos.
Tanto para Milo, como llaman a Emilio, como Roy, es importante competir y no perder el ritmo que les ha hecho campeones durante cinco años consecutivos de la categoría Súper Turismo, en la que participan con un Nissan Primera.
“Hemos estado hablando con Pedro Cofiño, dueño del autódromo Pedro Cofiño, en Guatemala, y quiere que vayamos a correr allá”, expresó Valverde este viernes.
El excorredor, quien ganó las primeras Tres Horas de Costa Rica disputadas en La Guácima, en 1974, añadió que en suelo dominicano ha tenido conversaciones con los propietarios del circuito Mobil 1.
Valverde explicó que tanto en tierras chapinas como en Dominicana hay varias categorías.
“En Guatemala corren como 40 carros por fecha, y tienen desde la GT 1 (carros V8) hasta una parecida a la Super Turismo (autos de calle); en Dominicana son 100 carros por jornada”, comentó Roy Valverde.
El papá de los pentacampeones, que además es el jefe de la escudería Valverde Racing, añadió que para las dos posibilidades deben amarrar patrocinios fuertes, algo en lo que ya están trabajando.
“Queremos seguir corriendo, pero sinceramente es difícil lograr ayuda de dinero”, manifestó.
Valverde apuntó que también hay interés de algunos equipos, tanto en Guatemala como en Dominicana, en que Valverde Racing les brinde servicios de mecánica.
“Sea que vayamos a correr o a ayudar como mecánicos en las competencias, lo caro es conseguir tiquetes aéreos, hospedaje y alimentación para el staff , eso es parte de lo que debemos cubrir”.
Según el excorredor, lo de viajar a Norteamérica también está latente gracias a la amistad con pilotos estadounidenses, pero dejó claro que ahí es mucho más caro.
Cambios en taller. Mas, el cierre provisional de La Guácima no solo puso a los Valverde a buscar nuevos rumbos, sino que deberán cambiar la forma de manejar el taller en el que preparaban los autos de carrera propios y de otros pilotos.
“En el taller, también llamado Valverde Racing, solo trabajábamos con carros de competencia, pero hemos decidido que comenzaremos a recibir carros de calle”.
Durante los últimos 10 años Valverde Racing armó aproximadamente 15 vehículos de carrera; en este momento, tienen tres que deberán esperar a que el automovilismo vuelva a encender su motor.