Madrid. Los Mercedes del alemán Nico Rosberg, líder del Mundial de Fórmula Uno, y del inglés Lewis Hamilton, segundo en el campeonato, se presentan de nuevo como los principales favoritos al triunfo en Canadá, donde –en Montreal– se disputará este fin de semana el séptimo Gran Premio del año.
Rosberg, de 28 años, que hace dos domingos repitió el triunfo logrado en 2013 en las calles de Mónaco, igualó ese día el número de victorias (cinco) y superó el de poles (lleva media docena) de su padre, el mítico Keke Rosberg, que ganó el Mundial de 1982 para Finlandia con solo una carrera victoriosa.
Nico, que, en honor a su padre, porta en su coche el número 6, y que también ganó la primera prueba, en Australia, lidera el Mundial con 122 puntos, cuatro más que Hamilton, vencedor en los restantes Grandes Premios (Malasia, Bahrein, China y España).
Después de firmar el quinto doblete de la temporada, las “flechas de plata” pretenden clavarse de nuevo en el podio de Montreal, donde aspiran a prolongar su aplastante dominio en un Mundial en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) es tercero, con 61 puntos, siete más que el cuarto, el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) .
El doble campeón mundial asturiano, que este año todo lo que pudo sacar de su flojo Ferrari fue un tercer, en China, y tres cuartos puestos (Australia, Malasia y Monaco) , regresa al circuito en el que ganó en 2006, año de su segundo título (con Renault), y donde sumó otros dos podios –fue tercero en 2010 y segundo el año pasado–, pero en el que, por contra, también se tuvo que retirar cinco veces.
Tras debutar en 2001, en Minardi, y pasar 2002 como probador, Alonso logró en Canadá, en 2003, el año de su eclosión, el que en ese momento fue el récord de precocidad en marcar la vuelta rápida, en un Gran Premio en el que fue cuarto y que ganó el alemán Michael Schumacher, el más victorioso, con siete triunfos, en Montreal.
Un circuito de 4.361 metros construido en la isla artificial de Notre Dame, bañada por las aguas del río San Lorenzo, que lleva desde 1982 —el año de su accidente mortal, en Zolder (Bélgica)— el nombre de Gilles Villeneuve, que logró precisamente en esa pista la primera de sus seis victorias en Fórmula Uno.
En la que, al igual que en Mónaco, se rodará con neumáticos de compuesto superblando y blando. El domingo está previsto que se den 70 vueltas, para un recorrido de 305,2 kilómetros.