Miami (DPA). Miles de turistas y millones de dólares será el saldo final para Miami como anfitrión del XLIV Super Bowl, que se jugará el domingo en el estadio SunLight del sur de Florida.
Los Saints de New Orleans y los Colts de Indianápolis tendrán que repartir alegrías y tristezas por su actuación en la cancha al concluir el magno espectáculo, que según estimados traerá más de 400 millones de dólares al condado Miami-Dade y ciudades vecinas.
Rodney Barreto, presidente del Comité Anfitrión del Super Bowl, aseguró que el aforo del estadio está totalmente vendido y "no habrá espacio para un alma", con 75.000 personas dentro del recinto.
Esa cifra incluye a miles de personas procedentes de Luisiana e Indiana, así como centenares de periodistas, camarógrafos, fotógrafos, invitados especiales y todo el engranaje vinculado con ese deporte.
Barreto explicó que el Comité incurrirá en gastos cercanos a los 15 millones de dólares, pues debe hospedar a los dos equipos, atender el centro de prensa, además de otros muchos egresos inherentes a la cita y que le corresponde asumir a los organizadores.
Pero desde hace varios días la balanza económica comienza a inclinarse favorablemente a Miami con la llegada de miles de turistas que el domingo asistieron al Pro-Bowl, el juego de Estrellas de la NFL y que favoreció 41-34 a la Conferencia Americana.
La fiesta del Super Bowl, incluido el Pro-Bowl, ya incrementó la ocupación en los hoteles, lo que se traduce en ganancias concretas para bares, negocios, rentas de autos y todo el engranaje aledaño a las necesidades de los visitantes.
En los últimos días el promedio de habitaciones ocupadas subió del 69 por ciento a casi el 74 en el condado Miami-Dade, que incluye Miami Beach, y también reportaron promedios superiores al 70 en los territorios vecinos como Broward y Palm Beach, mientras en el resto de la nación el promedio no sobrepasa el 46 por ciento.
Las propinas "crecerán como la espuma", aseguró Jorge González, empleado de un bar en un hotel de Miami Beach, quien dijo que los "clientes actuales son muy bondadosos", lo cual hay que atribuirlo a los dos eventos.
Y como parte del certamen se efectuarán dos conciertos gratis en Miami Beach, el primero el jueves con la participación de artistas de la fama de la barbadense Rihanna, el canadiense-estadounidense Justin Bieber y el estadounidense Timbaland.
Un día después el mismo escenario acogerá el sabor latino con las interpretaciones de la mexicana Paulino Rubio, la canadiense Nelly Furtado, el cubano Pitbull y varias orquestas lo que obligará a las autoridades locales a extremar las medidas de seguridad para mantener el orden y la protección de los asistentes.