Los favoritos y los millonarios fueron quedando en el camino. Falta un paso más para llegar al Clásico de Otoño y los protagonistas son equipos que pocos esperaban.
En la Americana, la Serie por el Campeonato huele a nostalgia. La cadena norteamericana ESPN ejemplifica así el periplo de los Reales: en 1985, la última vez que Kansas City estuvo en postemporada, se estrenó la película Back to the Future , se inauguró la “novedosa” tienda de videos Blockbuster y salió a la venta el primer Nintendo.
Pero los Orioles, sus rivales a partir de mañana por el boleto a la Serie Mundial, tampoco lo hicieron mejor en los pasados 29 años: volvieron a play-off en el 2012 después de 14 campañas en blanco y tienen desde 1983 de no ganar un título.
Ambos equipos son sorpresa en la final del Joven Circuito y ninguno de sus aficionados pueden reclamar nada. Pero sí pueden soñar.
Se enfrentarán dos conjuntos muy distintos: es el poder de los bates de los Orioles contra el juego de pelota chica –correr las bases y defender con todo– de los Reales.
Baltimore es el equipo más jonronero de la temporada regular, con 211 bambinazos. Mientras que Kansas City es el de menos vuelacercas, con apenas 95 a su nombre.
En pitcheo ninguno de los dos asusta, pero James Shields, el as y el hombre mejor pagado de los Reales, se ganó con todo el derecho a que en Kansas City y el mundo lo llamen Big Game (Gran Juego).
En lo que se parecen, al igual que todos los que siguen vivos en este octubre, es en que tienen un bullpen confiable. Desde la historia maravillosa de Brandon Finnegan, quien en junio estaba lanzando en la liga universitaria y ahora es la revelación de los Reales, hasta la profundidad que tiene Baltimore en su potente cuerpo de relevistas.
Equipos de la década. Desde el 2010 solo los Gigantes y los Cardenales representaron a la Liga Nacional en la Serie Mundial. Ahora es momento de que resuelvan cuál es el mejor y lo harán desde el sábado, cuando inicie la serie en San Luis.
Desde Albert Pujols hasta Chris Carpenter, los Cardenales siguen perdiendo estrellas año a año, pero se mantienen constantes. Lo hacen porque, al igual que los Gigantes, tienen una gran organización.
Después de los inalcanzables Yanquis de Nueva York, con 27 títulos, son las dos franquicias más ganadoras del béisbol: 11 Clásicos para San Luis y 7 para San Francisco.
Son equipos que no son particularmente geniales en algún departamento, pero sí son muy buenos en todo. Equilibrio, es lo que entendieron como la clave del éxito.
Ahora le toca a los Cards buscar revancha de la Serie por el Campeonato de 2012, cuando estaban a solo un triunfo de avanzar y los Gigantes ganaron tres en fila en su camino a la gloria de otoño.