Dortmund. “¡Mierda!”, gritaba un aficionado al oír la pregunta del reportero que le seguía con su cámara por la plaza central de Dortmund, el martes por la mañana, bajo un cielo plomizo.
“¡Mierdaaaa...!”. La noticia de que Mario Gotze, la gran estrella local, había fichado para el Bayern de Múnich sacudió a la pequeña ciudad del Ruhr en el peor día posible. Justo en vísperas de la semifinal ante el Madrid.
Este juego será hoy miércoles a las 12:45 p. m. hora de Costa Rica.
Una crisis de consecuencias impredecibles que estalló en las manos de Jurgen Klopp, el entrenador del Borussia Dortmund, sin apenas tiempo para trazar una estrategia a un día del partido más importante de su carrera.
“He tenido la oportunidad de conversar con Mario”, dijo Klopp, armándose de paciencia. “Sé que este es un tema de sumo interés. Pero hemos luchado mucho para llegar aquí. No es justo para el club, ni para el equipo, ni para los chicos que han peleado tanto para estar en esta instancia. De todas maneras, Gotze me ha dicho que sí, que él es el jugador que Pep Guardiola desea. Sí: Guardiola ha solicitado a este jugador y yo puedo intentar convencerlo de que aquí también jugaremos al tiki-taka. Pero él quiere aprovechar esta oportunidad. Quiere jugar con un entrenador de tanto renombre como Guardiola y no le podemos hacer ningún reproche. Porque él sabe que el Dortmund es un club especial, un club que le merece mucho agradecimiento, un club que le ha brindado muchísimas cosas”.
Klopp improvisó la conferencia sobre dos pilares: el sentido del humor irónico para sobrellevar la desventura, y un llamamiento épico a la unidad.
“Quiero pedirle a los aficionados que por favor mañana (hoy para los lectores) nos brinden absolutamente su apoyo”, dijo.
“Los que estén afectados por esta decisión que dejen de lado ese dolor que sienten, esa pena y esa desilusión, y que vengan al campo y nos brinden su apoyo. Los que no puedan dejar la desilusión de lado que den su entrada a otra persona, que cedan paso a quienes puedan reprimir esa pena para apoyarnos. Siempre decimos que el Dortmund es un club especial. Ahora es el momento de demostrarlo”.
Los aficionados del Borussia no ven a su equipo en unas semifinales de la Liga de Campeones desde 1998. La noticia sobre la marcha de Gotze desató la desesperanza antes de la fiesta. En el entorno del Dortmund se especulaba con que la información fue filtrada por orden de Uli Hoeness, el presidente del Bayern, para desviar la atención cuando arrecian las críticas contra su persona.
Hasta el portavoz de la canciller (cabeza del gobierno alemán), Angela Merkel, había manifestado la decepción que sentía alta jerarca tras conocer el escándalo.