Redacción
Tomar la determinación de alejarse más de 14.000 kilómetros de su país y dejar la posibilidad de ir a la Copa del Mundo Brasil 2014 no hacen que Mauricio Castillo considere que fue un error jugar en el fútbol de China.
El exjugador del Club Sport Cartaginés, Belén FC y el Deportivo Saprissa tiene ocho meses de vivir en China. Su vida ha cambiado de forma drástica desde que firmó por un año con el Qingdao Jonnon FC y dejó todo lo que tenía en Costa Rica.
"La verdad es que es bastante distinto a lo que tenía acostumbrado. Vine a una liga muy buena en cuanto a nivel e infraestructura. La adaptación siento que ha sido muy rápida", explicó el volante
El habilidoso jugador ha tenido una gran campaña con el Qingdao Jonoon FC, en la cual ha gozado de mucha regularidad y solo se ha perdido tres juegos por lesión de los 30 que disputó su equipo.
Castillo no ha tenido muchas dificultades con el idioma, pese a no hablar mandarín, ya que el equipo le tenía un traductor para poder comunicarse con sus compañeros y con el director técnico.
Esta aventura no la está viviendo solo. El soporte de Castillo en China es su novia, Karla Yuliana Matarrita, quien con 21 años dejó su vida en Costa Rica para seguir al volante.
"Actualmente estoy con mi novia; ella se vino un mes después que yo. Ha sido mi compañera, mi amiga... Ella valientemente me ha acompañado estos meses", recordó el jugador.
Castillo aseguró que no fue una decisión sencilla. Antes de irse a China, tuvo muchas dudas y su novia también, pero al final el amor pudo más y disfrutan de una gran experiencia juntos.
"Yo siempre le digo que es una campeona, una guerrera por venir y acompañarme. Le doy las gracias por estar acá", dijo Castillo efusivamente.
El mediocampista encontró un amigo en el hondureño Osmán Chávez, compañero de equipo quien lo ayudó en su adaptación a un entorno muy complicado.
"Por ahí me siento acogido con él (Osman Chávez), porque es como si estuviera con un tico. Aquí vine a encontrar un muy buen amigo en Osman. Hemos hecho buena yunta. Él me ha compañado mucho en todos los momentos; siempre jalamos para todo lado juntos", confesó.
Pese a estar en la misma liga que otros dos costarricenses, Jhonny Woodly y Allan Alemán, Castillo no ha podido tener mucho contacto con ellos por las grandes distancias.
"A Jhonny Woodly lo vi en el primer partido. Él me puso al tanto de muchas cosas acá; me aconsejó en muchas cosas. Ahí mantenemos comunicación, pero las distancias son muy grandes. Ellos viven a cinco horas en avión", señaló
Lo único que le duele es no haber podido asistir a la Copa del Mundo de Brasil 2014. "Las cosas no salieron tan bien: no fui al Mundial, no pude luchar por ese cupo. Se me salían las lagrimas de la emoción por lo que hicieron mis compañeros".
En el plano personal, haber visitado el mausoleo del Primer Emperador Qin Shi Huang y observar los 8.000 guerreros de terracota en tamaño real fue una gran experiencia. Además, Castillo visitó Hong Kong con su novia y tuvo la oportunidad de ir a Disneyland Hong Kong.
Las comidas también han sido una nueva experiencia, pero toma las previsiones del caso para no tener que lamentarse de algún alimento ingerido.
"Un día de estos me llevé una sorpresa; casi me como una rana. El otro día estaba comiendo patas de conejo, pero algo así como gato o perro no me he topado. En esta región de China no se comen; en otras sí", reveló entre risas.