Atenas. A paso fuerte pero atento, así corrió para evitar dejar la huella en una boñiga antes de llegar a la meta. Carlos Jinesta conquistó ayer la primera edición de la carrera Reto Río Grande.
La competencia se llevó a cabo entre los festejos de la localidad, que incluyeron conciertos, topes y una carrera de atletismo, todos al mismo tiempo.
La algarabía del pueblo junto a una fresca tarde de diciembre recibieron ayer a los 235 corredores, que llegaron para superar el desafío ateniense.
Jinesta manejó con sapiencia un ritmo adecuado, para que su espigado cuerpo de 45 años no sucumbiera en las cuatro cuestas del trayecto de 10,7 kilómetros.
“Fue una carrera complicada, por dicha manejé bien las subidas para sacar la ventaja”, destacó Jinesta tras cruzar la meta.
En los primeros dos kilómetros el primer lugar fue para los más novatos, quienes se agotaron antes de llegar a la mitad.
Para entonces, Jinesta y Cristian Villalobos se enfrascaron en un emocionante mano a mano, en el que Villalobos tomó inicialmente la ventaja.
Fue hasta el kilómetro ocho cuando Jinesta apretó el ritmo y paulatinamente se separó de su perseguidor, que no pudo responder ante la arremetida del rival.
“La carrera tuvo mucha curva y eso me afectó porque no es mi estilo para correr”, destacó Villalobos, cuando terminó la carrera.
En el último kilómetro la competencia se desvió de la carretera y se adentró en un estrecho zacatal, pero para ese momento la cima ya tenía dueño.
En solitario, Jinesta entró al pueblo de Río Grande, precisamente cuando el cronómetro marcaba los 39 minutos con 2 segundos.
Al cierre de la competencia, el sonido de los aplausos de la carrera contrastó con la cumbia de los toldos cerveceros, instalados a los pocos metros de la línea de llegada.