Abrazado a su hermano Jordan, el nuevo rey centroamericano de los 400 metros lisos, Jarlex Lynch, intentaba asimilar el haber conseguido el récord de 400 metros lisos.
Con un tiempo de 47:16 segundos, que le valió para alcanzar la medalla de oro, Lynch superó la marca que Nery Brenes había conseguido en las justas de Panamá, en el 2010, cuando cronometró 47:16.
“Estoy muy sorprendido porque no esperaba hacerlo, me siento contento, no sé ni qué pensar en este momento, el esfuerzo de cada entrenamiento lo mostré en la pista, ahora solo queda seguir trabajando”, expresó el espigado Lynch con lo ojos mojados en lágrimas.
Y es que la tarea no era fácil para este hijo de Limón, pues no solo debía defender la camisa de Costa Rica, sino que llevaba encima la sombra de Nery, su compañero en los entrenamientos de cada día.
“Debo agradecerle a Nery mucho, ya que él me ha dado mucha confianza y siempre me estuvo motivando. Un compañero como él se lo desearía cualquiera”, añadió.
Gracias a su impresionante y firma zancada, Lynch, quien nació en el barrio Bellavista, dejó atrás al hondureño Kessel Carson, que registró 48:11, y al salvadoreño Rodolfo Ayala, con 48:52 segundos.
Uno de los aspectos que más destacan en el nuevo monarca del área es que hasta hace 18 meses comenzó en el atletismo, pues antes de eso estuvo becado en baloncesto.
Fue el entrenador Walter Salazar, gestor de Nery y Sharolyn Scott, el que le dijo que tenía “pasta” para las pruebas de velocidad.
“Gracias a mi profesor (Salazar), quien me ha dado mucho seguimiento. He mejorado en cada entrenamiento, y eso me dio confianza”, apuntó mientras abrazaba a quienes lo llegaban a felicitar.
La presea de Lynch fue una de las tres de oro que contabilizó ayer el equipo tico de atletismo.
Las otras dos fueron de Dessire Bermúdez, en los 400 metros lisos, y Ana María Porras, quien impuso su dominio en el salto de longitud.
“No tan esperada”. Poco antes de que Lynch hiciera vibrar al público con velocidad, Ana María Porras había sumado oro en salto largo.
Fue la segunda presencia de Porras en lo más alto del podio, ya que el domingo había conseguido el oro en el heptatlón femenino.
“Gracias a Dios tengo estas dos medallas de oro, que son importantes para el país. Esta no era tan esperada porque mi fuerte es el heptatlón”, expresó con tranquilidad.
Porras apuntó que hoy volverá a la pista para disputar la final de los 110 metros con vallas, la que mejor hace cuando disputa heptatlón.
Hoy el atletismo vivirá su última jornada de pista y campo.
Entre las finales a realizarse están los 10.000 metros masculino y los relevos 4x400 en ambas ramas.
Según el programa, la actividad final será a partir de las 5 p. m.