Por megafonía en el estadio se anunció la suspensión temporal del partido. Los jugadores y el árbitro abandonaron el terreno de juego rápidamente, mientras que los espectadores intentaban cobijarse de la lluvia torrencial.
El árbitro holandés Bjorn Kuipers, junto al resto de protagonistas del partido, se quedó en un primer momento en el túnel de vestuarios junto a representantes de la Unión Europea del Fútbol (UEFA), a la espera de ver cómo evolucionaba la situación.
La Eurocopa 2008, disputada en Austria y Suiza, también se vio afectada por una violenta tormenta, aunque con consecuencias diferentes y afectó la retransmisión mundial de la semifinal Alemania-Turquía en Basilea.
Tres cortes de seis minutos perturbaron aquella emisión, para desesperación de los hinchas que seguían el partido por televisión.