Heredia. El 25 de agosto, con un doblete ante el Santos de Guápiles, Víctor Núñez puso a tambalearse el récord de máximo goleador histórico de la Primera División.
Esa tarde, el Mambo alcanzó su gol 193 en la máxima y quedó a solo tres dianas de romper el récord que durante más de tres décadas ha ostentado Errol Daniels.
Sin embargo, la marca que entonces parecía a solo un paso de distancia se volvió esquiva para el delantero florense, al punto de que hoy, 72 días y 15 juegos después, aún no pasa a su currículo.
Entre expulsiones y convocatorias a la Selección, Núñez se perdió nueve de esos quince juegos y, aunque en ese lapso aumentó su cuenta a 195 goles, sigue a la espera de grabar su nombre en la historia.
Mambo cumplió el domingo su tercer partido de castigo, tras haber sido expulsado en Guápiles, y podría regresar mañana ante Pérez Zeledón; pero tiene claro que, mientras él no estuvo, sus compañeros dieron la talla.
“Hay que tener en cuenta que quienes han venido jugando lo han hecho bien; si me tengo que quedar en la banca, sabré entender que vengo de una ausencia larga y Minor (Díaz), Anllel (Porras) y Verny (Scott) han jugado muy bien”, aseguró Núñez.
Si bien, el asistente técnico florense, Briance Camacho, afirmó que les alegra tener al Mambo de vuelta y que podría ver acción en San Isidro de El General, el “23” rojiamarillo dejó claro que, aunque anhela ser el máximo goleador histórico de Costa Rica, no se volverá loco por alcanzar el récord.
“Lo más importante es el equipo, la clasificación a la siguiente ronda y tratar de mantener el primer lugar, porque ese es un deber de un equipo grande”, dijo.
Parte de esa cordura que quiere mostrar el goleador rojiamarillo en los próximo juegos pasará por no volver a cometer faltas infantiles que le cuesten tarjetas rojas y, a la postre, dejar nuevamente el récord en la sala de espera.
“Tengo que saber que estoy en el ojo del huracán, que todo mundo está pendiente de lo que haga, porque estoy a punto de lograr algo histórico; tengo que cuidarme un poco más, tratar de bajar un poco las revoluciones y hacer lo que sé, que es anotar y ayudar a mis compañeros con mi experiencia”, expresó .