En Saprissa la capitanía es una cosa compartida, una responsabilidad de varios aun cuando sea un solo brazo el que cargue con el peso de esa histórica cinta.
El retrato de aquella corona 29 que Víctor Cordero alzó en 2010 es fiel reflejo de eso, al colocar a Jervis Drummond a su lado para repartirse un poco de esa gloria que por tradición siempre está reservada para el líder.
“En Saprissa por costumbre siempre hay un capitán pero el título lo reciben los tres o cuatro que también cargan con esa responsabilidad de ser líderes.
“Me acuerdo por ejemplo de la primera copa con Hernán (Medford) luego de aquella sequía, se ve a Porritas (José Francisco Porras) pero ahí cerca estoy yo, está Rónald (González), está Jervis... Eso aquí es una cualidad, siempre hay una figura que es la que porta la cinta pero varios van a recoger el título, para que quede claro que no es de uno, es de todos”, aseguró Cordero entre recuerdos.
Este Verano, ese triunvirato histórico tiene por rostros a Gabriel Badilla, Michael Umaña y Yeltsin Tejeda, ninguno familiarizado aún con el sentimiento de alzar una copa de campeón pero todos esperanzados en que el sábado eso quede atrás.
“No he tenido la oportunidad de levantar un título como capitán, vi a Cordero y a Porras alzar títulos y es algo con lo que la verdad sueño, ojalá y Dios quiera que ahora nos toque a nosotros”, afirmó a su vez Badilla.
El defensor, intermitente en las alineaciones de la S luego de aquella intervención a corazón abierto y una lesión posterior producto de esa larga ausencia, sorpresivamente se metió en los planes de González para el juego de ida de la final ante Alajuelense.
Curiosamente su ingreso le costó el puesto a Umaña, el otro central que en su ausencia no solo se ganó un puesto en el once sino también en la capitanía.
“Fue un momento superespecial mi regreso a la titular, Rónald me lo comunicó poco antes pero uno en lo que piensa es en ayudar, si me tocó jugar bienvenido sea y si me toca en la vuelta igual”, finalizó el ahora capitán morado.