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En las alturas manda Kendall Waston. Ayer marcó dos goles, en sendos saques de esquina cobrados por David Guzmán. Este el primer tanto del zaguero central del cuadro morado. | JOHN DURÁN
El Monstruo intuyó la debilidad del rival, “olió la sangre”, fue por ella y con cuatro zarpazos (pudo haber uno más) resolvió el asunto
El Santos se convirtió en la víctima y recibió una tunda (4-0) de un Saprissa que deja mejores sensaciones en la retina y que llegará más confiado y de mejor humor al clásico del próximo domingo.
La goleada fue justa y no hay que darle mayor vuelta a la cosa: la S entró en la frecuencia del partido temprano al marcar dos tantos en solo 13 minutos.
El Santos quedó anonadado y rodilla en tierra con los tantos de Kendall Waston y Manfred Russell (minutos 8 y 13, respectivamente).
La debacle completa no llegó porque los saprissistas padecieron, una vez más, uno de esos “tiempos muertos” en su juego, esos que le impiden gobernar a sus anchas los partidos que ponen de su lado.
Fue en ese lapso en el que la S estaba ida, que los guapileños trataron de recomponer en algo el duelo. No lo consiguieron.
No lo lograron porque su reacción fue como la del boxeador que se levanta “tocado” de la lona y solo desea que se acabe el round para tomarse un respiro y ver qué...
Tampoco pudieron hacer más porque el Saprissa marcó su tercer anotación (36’), el segundo gol personal de Waston, el mandamás de las alturas.
Si con el 2-0 el partido estaba definido, con el 3-0 el choque ya no tenía historia.
Empuje. En esta oportunidad, el Saprissa no se despistó del terreno de juego y fue por más.
No lo consiguió porque le faltó tino en el remate; porque Adrián de Lemos metió las manos por una defensa porosa; porque, lógicamente, no todas las ocasiones, culminan.
El de ayer en La Sabana debe ser uno de los partidos en los que los saprissistas salieron más contentos con lo que vieron y celebraron.
Hubo momentos en que su toma y dame de pelota fue preciso e hizo sufrir a la zaga contraria.
Tan contentos estaban (o tan ayunos están de celebraciones) que el tapadón de Luis Michel (85’, el primero merecedor de ese nombre como jugador morado) fue festejado como un gol.
Para entonces, el juego estaba 4-0 (80’, gol de Mauricio Castillo) y el saprissismo de muy buen talante.
Fue un partido que la S dejó resuelto en los albores, que supo conducir de acuerdo con sus intereses, que pudo ganar con mayor claridad, que sirvió para confirmarle sensaciones y le permite llegar con buena cara al clásico. Nada de lo anterior es poco.
Saprissa 4-Santos 0
Saprissa: Luis Michel 7, Adolfo Machado 7, Gabriel Badilla 7, Kendall Waston 8, Michael Barquero 7, Yeltsin Tejeda 7, David Guzmán 8, Manfred Russell 7, Hansell Aráuz 7, Daniel Colindres 7, Ariel Rodríguez 7. D. T.: Rónald González. Cambios:Mauricio Castillo 7 (Guzmán, 63’); Carlos Saucedo 7 (Rodríguez, 70’); Michael Umaña – (Badilla, 79’).
Santos: Adrián de Lemos 6; Eduardo Tourborne 5, Kevin Fajardo 5, Mario Víquez 5, Jhamir Ordián 5, Crisanto Esquivel 5, José Carlos Pérez 5, Carlos Hernández 5, Javier Loaiza 5, Argenis Fernández 5, Josué Martínez 5. D. T.: Gustavo Martínez. Cambios: Starling Matarrita 5 (Víquez, 46’); Gerald López 5 (Esquivel, 46’); Juan Vicente Solís 5 (Martínez, 72).
Goles: 0-1 (8’): Waston. 2-0 (13’): Russell. 3-0 (36’): Waston. 4-0 (80’): Castillo. Árbitros: Jeffrey Solís 6, con Carlos Fernández y Alejandro Fernández. Estadio: Nacional. 11 a. m.
