Los jugadores del Santos de Guápiles y el Olimpia de Honduras gritaban pidiendo atención médica, mientras Kenny Cunningham se encontraba en el césped del Estadio Nacional inconsciente.
El atacante del Santos sufrió una fuerte contusión en la cabeza, luego de un choque en una pelota aérea con el hondureño Kevin Álvarez.
Desde el momento del golpe, el jugador cayó como un papel al campo: sin reacción.
Mientras Cunningham no se movía, sus compañeros intentaban asistirlo; la situación se complicó aún más cuando los doctores del conjunto caribeño lo atendieron, al no ver reacción pidieron traslado urgente al Hospital San Juan de Dios.
José Garro corrió desde el medio del campo hasta el portón ubicado en el sector norte, pedía que abrieran para que la ambulancia no sufriera retrasos. Carlo Costly veía cómo atendían al tico, al mismo tiempo que se agarraba la cabeza con sus dos manos.
Edder Monguío se arrodilló en el campo de juego y comenzó a orar por su compañero, miraba al cielo y pedía por la salud del gemelo.
El central mexicano, Luis Enrique Santander, hacía sonar su silbato en repetidas ocasiones pidiendo rapidez en la reacción de los personeros encargados de llevar la camilla.
Los futbolistas del Olimpia y el resto de jugadores de Santos se unieron a Garro para buscar que Kenny fuera a un centro médico rápido.
El desorden y desesperación llegaron a tal punto que hubo una confusión con la ambulancia que iba a trasladar al futbolista costarricense.
A Cunningham lo montaron en una unidad, no obstante 30 segundos después lo cambiaron a otro vehículo de soporte avanzado.
"La verdad es que la descoordinación fue fatal; esta experiencia que sucedió aquí con esta ambulancia tenemos que sacarle el provecho todos los equipos porque si al jugador le hubiera dado un paro cardiorespiratorio se muere acá. Hay que revisar como se actuó, a todos se nos hizo un llamado con esta situación a revisar los servicios que se brindan", manifestó Rodolfo Villalobos, presidente de la Fedefútbol al respecto.
Al final, desde el banquillo guapileño llegó la noticia de que el delantero recobró la consciencia, pero el susto fue enorme.
"Gracias a Dios Kenny está bien, volvió en sí de camino al hospital, él reaccionó y pues todo bien por dicha", manifestó el entrenador de Santos, Johnny Chaves.