Los técnicos Óscar Ramírez, de Alajuelense; y Javier Delgado, de Cartaginés, lamentaron la conducta de la afición manuda que esta tarde volvió a causar problemas en la gradería del Estadio Nacional.
Varios integrantes de la Doce la emprendieron a golpes contra los aficionados brumosos cerca del minuto 40 del primer tiempo del encuentro. La conducta provocó que los equipos se retiraran del terreno de juego –con la pizarra en cero– y posteriormente la suspensión del juego.
Delgado dijo que es imperdonable que el cotejo fuera opacado por la situación y criticó el hecho de que en el Estadio Nacional "cualquier persona puede acceder con facilidad a otra gradería".
"Esto no es compatible con el fútbol. Hay una fase que uno como jugador lo agradece: el apoyo incondicional de las barras; pero la otra fase de violencia y enfrentamientos, no es sano", manifestó el estratega brumoso.
Delgado agregó que nadie reprocha el apoyo de las barras, "pero cuando se buscan peleas, revanchas y afectar a otras personas, es donde esa conducta no puede permitirse".
Opinión similar le mereció la situación al técnico de Alajuelense, Óscar Ramírez.
"Es lamentable", fue su primera reacción.
"Aquí todos tenemos que poner de nuestra parte. El fútbol no lo merece", continuó Ramírez.
El estratega rojinegro también se quejó de que el juego se deba reprogramar, porque según él eso afecta el ritmo en el equipo.
Raúl Pinto, presidente de Alajuelense, dijo que hablarán con Cartaginés sobre la situación que desde su punto de vista incomodará a mucha gente.