Las lesiones le han pasado a Alonso Solís una factura altísima para cualquier jugador, prácticamente lo han marginado por año y medio de su trabajo: el futbol.
Su calvario inició el 7 de enero de 2009 con la primera de sus intervenciones en la rodilla derecha, en esa oportunidad, para corregir una lesión presente en sus meniscos y cartílago.
El volante saprissista había disputado su último compromiso el 20 de diciembre de 2008, cuando derrotaron 3-0 a Alajuelense para dejarse el título del Invierno.
Nueve meses más tarde, el “Mariachi” apareció para otro clásico, esta vez en la derrota 3-0 ante los manudos.
Solís jugó durante 20 minutos y los pesares de su lesión parecían ser cosa del pasado.
En ese regresó jugó 103 minutos repartidos en cinco encuentros, en los que ingresó de cambio: los 20 minutos ante Alajuelense, 5’ ante Liberia Mía, 25’ contra Santos de Guápiles, 30’ frente a Cruz Azul de México y 23’ contra Pérez Zeledón.
Sin embargo, poco después sufrió una lesión muscular en su pierna derecha que lo dejó fuera nuevamente de toda actividad.
A inicios de este año, mientras disputada un colectivo con el Alto Rendimiento del Saprissa, el volante volvió a lesionarse.
Esta vez el zurdo sufrió una especie de “ruptura” en la cicatriz del área que se vio afectada por su lesión de principios del 2009.
El 15 de enero anterior, Solís fue operado en México para corregir la deformidad angular que presentaba su rodilla izquierda.
La operación le ayudó a reducir en tres meses el pronóstico de su recuperación: en principio se habló de nueve meses, pero luego pasaron a ser solo seis.
La evolución de cirugía podría tener de regreso al Mariachi para el juego de Saprissa ante San Carlos el próximo domingo 25 de julio a las 4 p. m. en Ciudad Quesada.
Para Solís, está en manos del cuerpo técnico si juega o no.