El fútbol, como todo en la vida, es de momentos y rachas. Así, cuando las victorias se acumulan parece que todo sale bien. Saprissa anoche dio descanso a su goleador, Ariel Rodríguez, y sacó provecho del buen momento del boliviano Carlos Saucedo para derrotar, por 2-1, a Uruguay de Coronado y ligar su quinto triunfo en fila.
Los asuntos resueltos en casa, la esperanza revivida en el Invierno y con piezas claves recuperadas. “Amén”, diría Jeaustin Campos, de una buena racha morada que da esperanza antes del crucial duelo del jueves, ante el Sporting Kansas City, por la Concachampions .
El de anoche fue un partido de goce para la afición saprissista, que suspiró con los taquitos de sus mediocampistas, la racha goleadora del Caballo –venía de doblete con su selección– y hasta con el tanto del descuento: recordar que Jonathan Moya, a préstamo con Uruguay, proviene de las menores moradas.
Perdieron el botín. En la inicial, Saprissa quiso administrar fuerzas y eso le costó llegar al descanso sin el tempranero premio que Saucedo y Deyver Vega habían fabricado con un impecable gol de cabeza, tras veloz centro del zurdo, apenas al 4’.
Después de ese tanto, la S presionó para consagrar la ventaja, pero más allá de un lujo de Vega, Marvin Ángulo, Diego Estrada o Manfred Russell, encontró pocas alternativas reales de peligro.
Saucedo perdonó al 16’ y Rafael Morales cabeceó mal un tiro de esquina, cuatro minutos después.
La más peligrosa fue al 43’ en un cabezazo que Keilor Soto ganó en el primer palo, pero que el portero coronadeño Darryl Parker encontró antes de que se colara al fondo.
Uruguay, que hace rato había encontrado mayor calma y se atrevía con más ahínco desde el ingreso del pequeño Jeffry Brooks, aprovechó que se salvó en la acción de Soto para hallar la paridad.
Fue en la última acción de la primera mitad. Moya se encontró con espacio, Alexander Robinson no lo presionó y el remate del uruguayo terminó en un golazo imposible para el guardameta Donny Grant.
A por todo. El empate no sirvió para que la visita creciera. No le dieron espacio de siquiera saborear el punto en la Cueva. Saprissa salió avasallador a la complementaria y en poco tiempo ya había recuperado la ventaja en el marcador.
Una y otra vez, Deyver Vega burló rivales dentro y fuera del área hasta que, en una acción de contragolpe al 52’, Seemore Johnson lo botó cuando no le quedaba opción. Penal que, un minuto después, Saucedo cobró sin nervio alguno.
La historia del primer tiempo se repitió, la S se cansó de desperdiciar buenas llegadas, incapaz de encontrar ese puntillazo final.
Uruguay resistió el embate, se salvó casi milagrosamente y por poco sorprende, pero en su segunda jugada de gol del partido, Robinson no se volvió a quedar parado.
Erick Scott se escapó en un extraño contragolpe y el remate superó a Grant, mas el zaguero morado la sacó de la línea.