(MEYLIN AGUILERA)
Perder como local con uno de los coleros y ganar de visita en la casa del líder son los ejemplos más recientes y perfectos de que la afición del Deportivo Saprissa llegará al clásico de hoy contra Liga Deportiva Alajuelense sin saber qué esperar de su equipo.
En el cuartel tibaseño confían en sacar esta tarde una victoria que lo ratifique en zona de clasificación y, de paso, deje al borde del abismo a su más odiado enemigo.
Sería una jornada redonda para un equipo morado que –anímicamente– se sabe capaz de sacar el triunfo, pero que antes deberá quitarse de encima su fama de impredecible y espantar los fantasmas de una localía que hace rato dejó de pesar en su favor.
No hay vuelta de hoja. Para que Saprissa pueda clasificar y aspirar al título, la Cueva debe resucitar. Eso lo sabe el cuerpo técnico morado, que ya parece tener definido el 11 que a partir de las 5 p. m. saltará a la cancha de un Ricardo Saprissa a reventar.
Pocos cambios. Amparado en la consabida norma de que “equipo que gana repite”, el técnico Rónald Gonzalez plantará esta tarde a la mayoría de los hombres que, una semana atrás, lograron la hazaña en Cartago.
Esa es su apuesta para recuperar al “monstruo” morado, que en décadas pasadas destrozaba a todo aquel que se acercaba a su casa.
Adrián de Lemos, Jordan Smith, Alexánder Robinson y Michael Umaña, en la retaguardia; Yeltsin Tejeda, Diego Estrada, Deyver Vega y Diego Madrigal, en la cintura; y Ariel Rodríguez, en la delantera, se mantendrán en el plantel titular.
A ellos se sumarían Manfred Russell, en lugar del expulsado Juan Bustos Golobio, y el lateral Michael Barquero, llamado a correr la banda izquierda en sustitución de Moisés Hernández.
En el plano emocional, el triunfo ante Cartaginés pudo haberle inyectado a los jugadores morados una dosis extra de motivación cuando más lo necesitan, en las instancias finales del Torneo de Verano.
Sin embargo, para que la apuesta de González rinda frutos, requiere que sus piezas vuelvan a carburar como lo hicieron en el Fello Meza, y demostrar que aquel equipo aplastante no fue flor de un día.
Si regresan el Umaña aguerrido, el Estrada inspirado y el Rodríguez efectivo, la afición podría soñar con los tres puntos.
Si vuelven los errores de marcación, los cerebros escondidos y la brújula perdida, serán otros los que sueñen con el pase a las semifinales.
Ya González hizo su apuesta y la afición compró su boleto con la esperanza de ver resucitar a la Cueva... Aunque con este Saprissa nunca se sabe...