Los jugadores del Deportivo Saprissa lamentaron su tropezón ante un aguerrido Belén, pero dejar ir el invicto de nueve juegos en su casa fue catalogado como un golpe al orgullo.
Los morados no perdían en Tibás desde el 26 de noviembre del 2014 cuando el Club Sport Cartaginés salió con los brazos en alto con un marcador de 1-2.
Desde esa fecha, la marca era perfecta: nueve partidos disputados, todos con victoria, 26 goles a favor y seis en contra.
El volante Néstor Monge señaló que perder cualquier juego siempre será doloroso, pero la falta de actitud también pasó factura ante Belén.
“Cualquier derrota es dolorosa, Saprissa es un equipo ganador, cualquier revés nos duele y todavía más a una afición que es exigente. Un invicto siempre es bonito conservarlo, esta casa es una fortaleza y nos duele, pero de momento no nos desvela. El miércoles viene una una oportunidad para retomar lo bueno que se ha hecho en este torneo”, dijo Monge.
Keylor Soto mencionó que no todos los invictos son para siempre y que buscarán levantar la cabeza ante Uruguay de Coronado el próximo miércoles.
Jóvenes en deuda. El técnico Jeaustin Campos explicó en conferencia de prensa que el hecho de no suspender fechas por la convocatoria a la Selección Nacional es un voto de confianza para el resto del equipo.
El delantero Jonathan Moya considera que en el juego de ayer quedaron en deuda con esa oportunidad que brindó el entrenador ante Belén.
“Sabíamos que el hecho de no suspender era para darle minutos a los que no veníamos jugando. En lo personal creo que quedamos debiendo en actitud; si nosotros queremos pelear una titularidad, debemos entregarnos muchísimo más de lo que hicimos hoy (ayer)”, dijo Moya.
Badilla, referente del plantel, considera que este tipo de partidos solo dejan aprendizajes.
“En el Saprissa siempre el plantel es una mezcla de experiencia y juventud. Hoy (ayer) los muchachos harán un repaso donde se sacará lo bueno y lo malo. Llegará el momento en que hablaremos de lo de hoy (ayer) más a fondo”, explicó el zaguero.