La anestesia en términos médicos es esa inyección que bloquea la sensibilidad táctil y dolorosa de un paciente.
Si ese concepto se llevara al fútbol, dicho fármaco se podría comparar con lo que encontró Saprissa ayer ante Carmelita tras una semana para el olvido.
Los morados quizás no hallaron la cura para todos sus dolores, pero sí lograron calmar sus penas con un contundente 4-0 frente a los carmelos.
El triunfo para la S fue ese respiro que necesitaba el plantel para volver a la calma y regresar a la victoria luego de perder sus últimos tres partidos.
El equipo de Jeaustin Campos supo adormecer las críticas con goles y una cara muy ofensiva, distante a la que mostraron el pasado miércoles en México.
Aunque pueda resultar difícil borrar en tres días el trago amargo de Concacaf ante el América, el choque de ayer para Jeaustin Campos y sus pupilos parece que estaba planificado para eso.
El rival también fue cómplice de ello y en cierta parte “ayudó” en el despertar saprissista.
Fue un partido sencillo para los tibaseños a partir del minuto 34, cuando en su segunda llegada clara al marco de Ólger Ruiz alcanzaron la anotación.
Antes de eso, hay que decirlo, el resultado estaba para ambos equipos, incluso Carmelita había llevado peligro por medio de Ángelo Padilla y Diego Cordero.
Sin embargo, con el tanto del uruguayo Sebastián Diana de cabeza todo se derrumbó para el conjunto visitante.
Saprissa aprovechó la pésima marca verdolaga en el área y el charrúa apareció solo en el segundo poste para culminar un centro de Deyver Vega.
Fue el comienzo de siete minutos fatales para El Carmen, pues muy rápido, apenas dos minutos después, el Monstruo conquistó su segunda diana de la tarde.
Marvin Angulo se valió de un rebote para enviar al balón al fondo después de una tapada de Ruiz al delantero Ariel Rodríguez.
Fueron menos de diez minutos en los cuales la S metió el acelerador, se adueñó por completo de la pelota y encerró a Carmelita en su propia mitad de cancha.
Lo hizo con la doble presión de David Guzmán y Néstor Monge en la mediacancha, las incursiones de Marvin Angulo y Sebastián Diana y los pases filtrados de Diego Estrada, esos que logran descomponer cualquier defensa.
Por dichas virtudes, los tibaseños consiguieron el 3-0.
Angulo le devolvió el favor a Ariel Rodríguez y le sirvió, como con la mano, un balón en el área que este cabeceó rumbo a la red.
Se podría decir que ahí el compromiso quedó resuelto.
En la segunda mitad, la constante fue la misma. Campos exprimió su banca, le dio minutos a Joseph Mora, Jonathan Moya y hasta hizo debutar al joven delantero Reinaldo Brenes.
Al cierre, Ariel Rodríguez cerró la cuenta con un derechazo al ángulo, ayudado por una permisiva y endeble defensa carmela.
Saprissa alivió heridas en casa y recobró salud tras los males.