Saprissa, Alajuelense y Cartaginés califican al estadio Rosabal Cordero como de alto riesgo y critican la seguridad que se brinda a los cuadros visitantes.
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Lo sucedido con los morados, el jueves en la semifinal, fue la gota que derramó el vaso. Según confirmaron manudos y brumosos, para la próxima temporada valorarán llevar su propio equipo de seguridad, si el cuadro rojiamarillo no cambia la forma de manejar la vigilancia.
Jugadores saprissistas fueron agredidos en el juego de vuelta de la semifinal cuando los aficionados del Team invadieron el terreno de juego al final del partido.
Daniel Vargas, presidente de la entidad brumosa, comentó que ellos no han sufrido ese tipo de problemas, aunque sí han sido víctimas de insultos.
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“Nosotros no hemos llegado a ese nivel, pero es preocupante lo que sucedió con Saprissa. Aunque a nosotros no nos ha pasado, pensamos en el futuro y empezamos a pensar en llevar nuestra propia seguridad, ante circunstancias como las vividas hay que tomar medidas”, manifestó Vargas.
El vocero de Alajuelense, Marco Vásquez, declaró que experiencias que ellos han vivido ya demostraron en el pasado que no hay tranquilidad en el reducto herediano.
“Es un lugar en donde no tenemos garantizada la seguridad, cuando vengan partidos importantes tendremos que evaluar lo que se le dará a la Liga y nuestros aficionados porque no expondremos la integridad física de ningún alajuelense. También pensamos en reforzar un poco nuestros personeros de seguridad”, dijo.
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Alajuelense vivió una situación similar a la de la S, en setiembre pasado, cuando sus jugadores fueron escupidos en una visita por el torneo nacional.
“Estamos impresionados de la violencia acá (en el Rosabal Cordero). El cuerpo técnico y jugadores ya tienen miedo; nosotros los dirigentes, peor. Nos preocupa mucho los tintes de violencia que toman los juegos entre nosotros y Herediano”, expresó en aquella ocasión Raúl Pinto, presidente del club, a La Nación .
El presidente del Saprissa, Juan Carlos Rojas, añadió que no comprende la razón por la que ha faltado mano dura con este escenario deportivo, ya que los problemas son constantes.
“No es la primera vez, yo no entiendo, a Alajuela y a otros equipos les pasa lo mismo siempre y esto lo que demuestra es que hay que tomar medidas mucho más fuertes, porque este estadio no es para nada seguro”, enfatizó.
Sobre lo que harán los tibaseños la próxima vez que vayan a Heredia, el jerarca añadió que primero esperarán a ver qué medidas toman los florenses.
“Está claro que algo debe cambiar. Lo primero que quisiera escuchar de Heredia es una aceptación que ha habido errores en procedimientos y mensajes, los cuales en vez de bajar el tono y buscar armonía, incitan a un ambiente más agresivo y permisivo”, concluyó.