Curiosamente y casi que como si se tratara de un homenaje, ayer se cumplieron 10 años de la única final nacional que disputó en su historia el Santos de Guápiles.
El décimo aniversario es un recuerdo que cae como anillo al dedo, tras la clasificación a su segunda final lograda el sábado anterior al vencer al Saprissa.
El 7 de mayo del 2002 y tras un empate 2-2 tres días antes en Guápiles, Alajuelense y Santos definieron al campeón nacional, luego de que los caribeños se impusieran en el torneo de Apertura y la Liga hiciera lo mismo en el Clausura.
Aquella final jugada un martes terminó con resultado 4-0 a favor del cuadro rojinegro.
Curiosamente una de las cosas más llamativas de aquel encuentro es que el hoy delantero guapileño Erick Scott anotó un triplete y asistió a su colega Rolando Fonseca para sellar el abultado triunfo erizo.
Scott fue el principal artífice del título 22 de los manudos, que alcanzaban por esa época al Saprissa como los equipos con más campeonatos en la Primera División.
Por los santistas nombres como Kurt Bernard, Pablo Camacho, Andy Herron, Max Sánchez y Roberto Wong daban sus primeros pasos.
Ese mismo día el exdelantero manudo Rolando Fonseca terminó expulsado por una falta brusca al hoy jugador de Limón Kurt Bernard. A ellos se les sumaría el lateral Carlos Castro para la Liga y Andy Herron para el Santos por protestar irracionalmente al árbitro de aquel momento, Carlos Fallas.
Por aquellos días el ambiente futbolístico del país estaba muy atento con lo que pudiera hacer la Selección Nacional en el Mundial de Corea y Japón 2002, pues se vivían aires mundialistas tras una ausencia de 11 años.
Hace 10 años el Santos pecó de inexperiencia ante una Liga Deportiva Alajuelense dirigida por Jorge Luis Pinto, actual técnico de la Tricolor que aquella vez se coronó tricampeón nacional.
Hoy, una década después y varias generaciones por delante, el Santos espera lograr su sueño.