Santos le dio un gancho a Alajuelense y lo puso a tambalear en la zona de clasificación.
El triunfo guapileño 2 a 1 bajó a los manudos al cuarto lugar y los dejó sin derecho a fallar en las jornadas venideras.
Una derrota liguista, combinada con una victoria de Limón, Santos o Grecia, los sacaría de los cuatro primeros.
En el duelo de este miércoles, los caribeños dominaron un 70% del tiempo, en la primera parte pasearon a los erizos al punto que un poste y la mala puntería de los atacantes santistas salvó a los rojinegros de irse con la desventaja en el marcador.
El duelo se inició, contrario al resto del encuentro, con una embestida de Alajuelense que le dio réditos.
Con solo un minuto de juego, la Liga marcó gracias a la complacencia del central, Steven Madrigal, quien señaló un penal inexistente sobre el delantero Bryan Jiménez.
El manudo chocó con la espalda del defensor santista, Alexis Gamboa, cayó en el césped sintético y el árbitro decretó la pena máxima; Jonathan McDonald se encargó de anotar.
El cuadro de Guápiles no renunció a su idea, pese al golpe tempranero que recibió.
La presión alta fue la orden del timonel, Johnny Chaves, y con solo seis minutos de juego vio buenos resultados.
Christopher Meneses recibió de frente a su marco, Osvaldo Rodríguez lo ahogó con la marca, le arrebató el balón y se adentró en el área, le dio el pase de la muerte a Wílmer Azofeifa y él marcó con el arco a disposición.
Aquí comenzó una noche desastrosa para Meneses, jugador que se vio muy impreciso y fuera de ritmo de competencia.
En el 40' fue Youstin Salas el que le movió el marco a Pineda, al cabecear después de un saque de esquina. Antes Ian Smith desaprovechó una subida por derecha y Alexis Gamboa abanicó un balón en el área rival.
El golpe fulminante llegó al 68', cuando Edder Solórzano filtró la esférica a la espalda de la zaga manuda, Kenneth Dixon con un sutil remate de izquierda cambió la dirección de la redonda y la puso a besar la red.
El cierre se resume en un cuadro liguista tirado con desorden al ataque, sin orientación, buscando como una pelota pegaba en cualquier persona para que entrara y unos santistas listos para contragolpear.
La celebración de Dixon llegó para poner al rojo vivo la lucha por el tercer y cuarto puesto.
La derrota de la Liga y la victoria de Pérez dejó a los del Sur con el tercer lugar al sumar 22 unidades, mientras que los dirigidos por el Pato López quedaron en 21 con Limón y Santos respirándoles en la nuca.
Los verdiblancos tienen 20 unidades y los rojiblancos alcanzaron las 19.
A la Liga le bastó perder, en la era de Wílmer, para volver a generar dudas.