Perdonó el goleador, perdonó Álvaro Saborío. Desde los 11 pasos, el delantero disparó tan mal que el balón abandonó el Estadio Carlos Ugalde. Y San Carlos, que goleaba 3 por 0 a Jicaral, permitió que su rival se levantara de la lona y le lanzara tres ganchos al hígado.
El 3 por 3 final deja con vida a los visitantes, tan desfigurados en el primer tiempo como corajudos en el cierre para levantarse de los tropiezos y dejar un sinsabor en las graderías norteñas, envalentonadas en al arranque cuando la fórmula del trazo largo se transformó en ocasiones claras de gol y dolores de cabeza para la retaguardia puntarenense.
Con Luis González como pieza vital en la ejecución de cada acción de peligro, San Carlos se brincó el mediocampo en busca del pequeño delantero, a quien se le conoce como Chicharrón, y es fundamental para ganar en velocidad y fabricar las ocasiones de peligro.
En el inicio arrollador, San Carlos prácticamente le pasó por encima a su adversario. Fernando Brenes cerró la pinza después de un cabezazo de Saborío que lo colocó solo frente a la línea de gol. Su pierna derecha acabó por desviar la pelota y mandarla a los cordeles.
El cabezazo de Sabo vino precedido por un buen centro de Chicharrón, quien empezó la acción del primer gol y luego lo repitió en el segundo, cuando corrió desde el mediocampo propio hasta acercarse al área rival para cruzar un pase y asistir a Bryan Solórzano.
El volante levantó la cabeza y se perfiló, ante la complacencia de la zaga en la marca. Su remate, potente y colocado, se filtró entre los guantes del arquero Mena para acabar en la red, cuando se jugaban 36 minutos.
Solo dos minutos más tarde, González dejaría su papel de generador para rematar de primera al borde del área grande y abombar los cordeles por tercera ocasión.
El 3 por 0 no le alcanzó al anfitrión para acabar con el triunfo y liquidar la serie. Por el contrario, los errores propios y el sentido de lucha de Jicaral terminó robándoles la sonrisa.
El central Asdrúbal Gibbons apenas cruzó el mediocampo cuando se animó a rematar de media distancia. Contra todo pronóstico, la pelota superó al arquero norteño Román Arrieta, quien indudablemente regaló la anotación y le devolvió la vida a Jicaral.
En el segundo periodo, los porteños adelantaron las líneas, sin ser un equipo arrollador pero sí muy efectivo al asomarse al ataque. Ni San Carlos ni Jicaral son planteles con una alta eficacia en el mediocampo ni en el toque limpio del balón. Más bien, el juego largo termina siendo la herramienta más utilizada para llegar al área contraria.
Apenas en el arranque de la complementaria, Javier Camareno conseguiría el 3 por 2, en un gol que le dio alas a los jicaraleños en busca del empate.
San Carlos fue el que llevó la iniciativa y tuvo su gran chance, cuando Saborío desperdició la pena máxima, en el que pudo ser el cuarto tanto norteño.
En el epílogo, al 93', un entrevero en el área acabó por darle el empate a Jicaral, obra de Nelson Molina, quien silenció San Carlos y resucitó a su equipo.
Ahora todo se resolverá en la vuelta.