Si bien el regreso de nombres alienta a Saprissa en su duelo del domingo ante Puntarenas , figuras como Diego Estrada o Hansell Arauz reconocen que aunque la parte física está, todavía falta el ritmo.
Con más de un mes lejos de las canchas, el volante y el delantero cruzan los dedos para meterse en el once inicial ante los areneros, pero son claros en que faltarán algunos partidos más para poder intentar exhibirse a plenitud.
“Tengo una semana de haber recibido el alta médica, gracias a Dios me he sentido bien pero me falta el ritmo de juego, eso es lo único que falta y que solo se gana en la cancha, pero ahora habrá que esperar las decisiones que vendrán del banquillo”, aseguró Estrada.
El creativo, quien no ha debutado en el certamen debido a una lesión, aseguró que lógicamente entre más minutos sume mejor se irá sintiendo, pero que en su caso también lo motiva su situación.
“La verdad es primera vez que tengo una lesión, es la primera vez que me toca ver partidos desde afuera por eso y es horrible, se sufre más”, afirmó el volante.
Arauz, por su parte, reconoció que se ha sentido muy bien en estos días de trabajo con los tibaseños pero que su principal enemigo podría ser la ansiedad por debutar oficialmente con los morados.
“Me siento bien físicamente y mentalmente, deseoso de estar en la cancha el domingo. He trabajado bien y me he sentido bien, pero le toca al entrenador ver si me da la oportunidad. Ahora, tengo claro que después de mes y medio sin jugar va a ser un poco difícil porque la ansiedad llega, más estando en este equipo, pero estoy claro en que tengo que estar tranquilo y esforzarme al máximo si me toca”, aseveró.
Pulso atrás. Esa inminente vuelta de nombres hace que la competencia se intensifique en Saprissa, pero en esos pulsos particulares el más reñido sin duda está atrás.
La vuelta de Michael Umaña y las incorporaciones de Gabriel Badilla y Adolfo Machado le meten presión a Kendall Waston en la zaga, el central más efectivo hasta ahora tanto atrás como adelante.
Es espigado defensor afirmó tener claro que si bien pasa un buen momento, sus goles y rendimiento en los juegos pasados no le pueden alcanzar para siempre en esa lucha por la titularidad.
“Hasta ahora he tratado de hacer las cosas de la mejor manera para ser titular, aquí nadie tiene nada asegurado, todos tenemos que trabajar. Un buen partido no es suficiente y anotar es bueno, pero no asegura nada”, finalizó.