¿Real Madrid contra Juventus o Juven-bus?
Aunque el Real Madrid sigue en las bolas de cristal como favorito, pensar en una clasificación de la “Vecchia Signora” a la final de la “Champions League” no suena a descabellado.
Aunque habría sido mejor para la “Juve” ganar 1-0 en la ida que 2-1, como se dio, por aquello del gol visitante, ventaja es ventaja, y si hay un fútbol cuya selección y clubes se especializa en proteger pírricas preeminencias ese es, precisamente, el italiano, aquí representado por su tetracampeón.
Si el Atlético de Madrid, con menos plantel, casi le extrae el 0-0 al Real en el Santiago Bernabéu (de no mediar la tonta expulsión de Turan), se le ven más opciones a las “cebras”, pero solo si aplican el “catenaccio”, ese famoso cerrojo ultradefensivo facturado en Italia, que en Costa Rica se conoce como “¨meter el bus”. Si se abre (o se lo horadan con un gol tempranero), ahí sí se marcaría superioridad merengue en el tú a tú.
Al candado compuesto por arquero, cinco zagueros, dos volantes defensivos y un mixto (¡nueve jugadores!), Allegri sumaría dos llaves para tratar de abrir la puerta de Casillas vía contragolpe (Tévez y Vidal), capaces de provocar alguna falta cerca del área para buscar la sentencia de muerte por medio del lanza cohetes, Pirlo.
El Madrid requiere tranquilidad. Paciencia. Con un 1-0 pasa, gracias al gol de Cristiano Ronaldo en Turín. Si éste cae rápido, le pueden quedar espacios para ampliar la cuenta; si no, igual podría liquidar al final, como hizo contra el Atlético, con poco o nulo margen de reacción para su rival.
La serie está abierta. El Real tiene con qué, las estrellas en la cancha y en su escudo, incluidas 10 “orejonas”, pero cierto es que no le tocó comerse ningún quequito, como muchos creían al principio, sino un hueso duro de roer. Y con hormigas. ¡Que nadie se reparta nada!
Pero eso será mañana. Hoy, el Bayern buscará una remontada milagrosa ante el Barcelona, luego del 3 a 0 en el Camp Nou. Justo cuando Messi, Neymar y Suárez alcanzaron el pináculo de la curva, la cresta de la ola, parece muy poco probable que los blaugranas sufran una debacle como la del Porto contra los mismos bávaros, en cuartos de final (victoria lusa 3-1 en Portugal; revés 6-1 en Múnich). Por no decir imposible.