“Estar en la final ya es ganancia. Nadie creía en nosotros, porque el equipo económicamente y en su estructura no ha andado bien. No son excusas, pero nosotros por orgullo demostramos que a pesar de no tener grandes condiciones, llegamos a la final”, comentó el experimentado volante Warren Granados.
Y es que a Granados se le suman Logan Santamaría, Eduardo Gómez e Ignacio Quesada, como los hombres que aportan la madurez para guiar a los más jóvenes, algo que “es parte del proceso”.
“Aquí hay jugadores que están haciendo las primeras armas, es apenas la primera final que disputan, pero no todo hay que verlo así; hemos nadado tanto contra la adversidad que no queremos dejarlo ir tan fácil. Nadie bota un gol porque quiere, pero tal vez alguien con un poquito más de camino hubiera metido algunas que nos quedaron”, fue la explicación del interminable Logan Santamaría.
Actitud. Para el técnico ramonense Rolando Araya, lo realizado por sus jugadores lo tiene contento.
“Lo que vi en la cancha me deja tranquilo y satisfecho. Muchas veces sucede que uno llega muchas ocasiones y no logra anotar. Esto no ha terminado y más bien viene lo más bonito”, afirmó.
“El futbol no se define hasta que se define. He visto miles de casos donde se gana en casa y luego se pierde. Hoy (ayer) empatamos y ahora iremos por el buen resultado a Coronado”, concluyó Araya.
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