La sofocante condición económica que atraviesa Cartaginés se convertirá en asfixiante si los brumosos no alcanzan un boleto a semifinales, que por ahora se ve muy lejano.
No estar entre los cuatro mejores implicaría perder como mínimo ¢30 millones de taquilla (suma que recaudaron en las dos última “semis” que disputaron). Además, dejaría de percibir premios de patrocinadores y pasaría casi tres meses sin ingresos por el receso del torneo.
Estas circunstancias complicarían aún más el panorama de un equipo blanquiazul que tuvo problemas de atrasos salariales en el último mes, por lo que la preocupación es latente en el seno de la directiva.
“Estamos evaluando a lo interno las repercusiones económicas de no clasificar, pero es un hecho que no avanzar agrava todo y afecta la parte financiera del club”, manifestó Daniel Vargas, presidente del conjunto de la Vieja Metrópoli.
Estar en la sétima posición (a cinco puntos del cuarto lugar) y tener un calendario complejo en el cierre, ante AS Puma, Saprissa, Herediano, Santos y Limón, hacen que desde ya la dirigencia piense en medidas para solventar las finanzas ante una posible eliminación.
“No clasificar nos complicaría por completo los pagos de la planilla, pero al finalizar el torneo se terminan algunos contratos y vamos a analizar quién sigue y quién no para bajar costos”, indicó Otto Patiño, secretario de los brumosos.
Patiño agregó que aún avanzando a la siguiente ronda, están obligados a bajar la planilla, ya que actualmente se maneja un presupuesto bastante alto,
“Incluso clasificando planeamos bajar en ¢10 o ¢15 millones la planilla por un aspecto de responsabilidad económica y también por las bajas taquillas en el certamen de Verano”, expresó el directivo.
Los brumosos afrontan un presente adverso a nivel financiero, en el que incluso la afición abandonó al equipo y eso derivó en registrar las taquillas más bajas en los últimos cinco torneos cortos.
Los cálculos no salen como estaban planeados al inicio del campeonato, pero pese a ello, los directivos no pierden la fe de salvar el certamen con una clasificación que les permita respirar un poco más tranquilos.
“En este momento pensamos en clasificar como una obligación para mantener a flote lo financiero”, concluyó Patiño.