Algún día, la universidad de Cambridge abrirá la carrera de “futbólogo” y mi estimado Jacques Sagot será de los primeros en matricularse. Pianista, escritor, filósofo, hooligan sin descubrirse, saprissista en riesgo de depresión si el equipo de su vida vuelve a caer así de feo como ante el América, Sagot ciertamente habla de todo y “hasta de fútbol” –como dijo el presidente saprissista Juan Carlos Rojas, en un evidente intento por cuestionar la autoridad del columnista en materia futbolera–.
¿Quién puede hablar de fútbol además de los aún inexistentes “futbólogos”? Por descarte, la lista se reduciría a técnicos, jugadores y exfutbolistas. Ya sabemos lo que podría ocurrir con ese monopolio de la palabra: “Hay que seguir trabajando”.
Podrían unirse contados dirigentes. Entre ellos hay ferreteros, empresarios, abogados, médicos, pero no precisamente diplomados en nuestro querido deporte, sobre el cual todos nos creemos con derecho innato para hablar o, en el peor de los casos, con derecho adquirido en los primeros años de vida.
Sospecho, además, que no era el conocimiento de Sagot el que hablaba cuando repudió la derrota morada, se confesó avergonzado, rasgó sus vestiduras y estuvo a punto de beber la cicuta. Era su corazón morado. Bienvenido: no me gustaría un insensible robot en la página de opinión de una sección deportiva. Sagot escribe como siente. Apasionado del fútbol, además lo estudia, lo lee, lo repasa. Por si faltara algo, construye frases con la habilidad de Messi en la conducción de la pelota y añade descarada transparencia morada.
Si a don Juan Carlos le pareció un poco exagerado el lamento sagotiano, con términos como “vergüenza” y “ridículo” dirigidos a su propio equipo (el de ambos); si le pareció exagerado que por aquella derrota, Sagot culpara a Saprissa de mandar al fútbol tico de vuelta al oscurantismo; pues sí, exageró, un poco. Qué podemos esperar de un hombre de letras, música y goles.
Por supuesto que apenó el 5 a 0 en el marcador global, pero la vida sigue, el fútbol tico tiene dos equipos en semifinales de Concacaf y Saprissa sabrá recuperarse.
Exageración aparte, bienvenido Sagot y quienes hagan de esta página un foro libre, de encuentros y desacuerdos.